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La carrera de un profesional de la interpretación puede estar condicionada por diversos factores, en muchas ocasiones ajenos a ellos mismos. Las propias elecciones o el estado de la industria pueden ser la causa de un camino u otro, pero hay veces en que la salud también juega un papel fundamental. Es el caso del actor Nicolás Gaude, protagonista de series como ‘Amar es para siempre’, que padece la enfermedad de Willis-Ekbom.
En una reciente entrevista para ‘Informativos Telecinco’, Gaude cuenta cómo es su vida con este síndrome, que es conocido popularmente como el síndrome de las piernas inquietas. Aquel que la padece no puede controlar su necesidad imperiosa de mantener en movimiento sus extremidades inferiores, lo que en ocasiones deriva en serios problemas de ansiedad y graves trastornos del sueño.
Las graves secuelas del síndrome de las piernas inquietas
Gaude define su dolencia como “una molestia” y compara la sensación con “una corriente eléctrica constante” que le lleva a mover las piernas de manera incesante y, por tanto, a no descansar correctamente. “Por el día, paso muchísimo sueño, siempre estoy cansado, me quedo dormido, incluso al volante. Es muy parecido a la narcolepsia”, sostiene en ‘Informativos Telecinco’.
Físicamente, el actor explica que no tiene problemas en el momento de rodar una secuencia u otra, sino que estos llegan a la hora de parar. Una de las secuelas más severas es la falta de concentración con motivo del sueño, lo que a su vez impide memorizar de manera correcta algunos guiones.
“En alguna ocasión, sí he tenido que rechazar trabajos para que no se me solapen porque los picos de estrés influyen mucho en este síndrome”, manifiesta Gaude. El intérprete confiesa en su entrevista que la medicación, a base de pregabalina y mirapexin, le ayuda. Sin embargo, también deja claro que no desea estar “medicado toda la vida”.
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