Jaime Lorente da una exclusiva a Broncano en las preguntas clásicas de 'La Revuelta': "Un poquito de magia"

En la última emisión de ‘La Revuelta’, Jaime Lorente se sentó a charlar con David Broncano. El intérprete, que saltó a la fama internacional por su papeles en ‘La casa de papel’ o ‘Élite’, quiso dar una exclusiva al presentador del espacio de RTVE. Y lo hizo al contestar a una de las preguntas clásicas del programa.

“¿Por qué ha subido la puntuación de las paj**?”, le preguntó a Broncano, que poco antes le había indicado el valor de cada cosa. “Por darle un poco la importancia que merece una buena pa**”, contestó el presentador. Entonces fue cuando Jaime Lorente hizo su confesión: “Yo soy poco paj**ro, sí. Voy a dar una exclusiva. Lo vamos a convertir en un programa del corazón”.

“Dentro de poco, me caso”, desveló. “Nosotros tenemos dos hijos entonces eso de vírgenes al matrimonio es complicado. Le queremos dar un poquito de magia, ¿sabes? Estar un trecho sin… Para luego, la noche de la boda…Igual una semanita sin tocarse y la noche de boda a por el tercero”, indicó el actor ante las cámaras de RTVE.

Jaime Lorente, un árbitro ‘ilegal’: “No sé si puedo decir esto”

El intérprete contó que fue juez de línea y que llegó a arbitrar en Segunda B. También reveló que le insultaban mucho en los campos de fútbol: “Yo llevaba el pelo medio rizado y durante todo el partido era ‘pelopo**a”. “El aficionado de fútbol que quiere liarla un poco va a la primera cosa física que vea”, aseguró Broncano. “Me han insultado muchísimo y alguna vez he tenido encontronazos”, añadió Lorente.

“Me encaraba con alguien y luego me iba corriendo y me encerraba en el cuarto del árbitro. Muy valiente un rato”, explicó. “Es verdad que en campos grandes, en Primera y tal, la presión ambiental es mayor, pero el riesgo físico es menor”, apuntó el presentador de ‘La Revuelta’.

Entonces, Jaime Lorente confesó cómo era él como árbitro: “Muy empático y un poco personaje. Es que no sé si puedo decir esto. Era un poco ilegal. El soborno nunca entró, pero pitaba en campos de fútbol 7 y a lo mejor se pitaban dos partidos a la vez. Entonces, con amigos que eran árbitros también, era a ver quién pitaba antes el final del partido. Partes de 20 minutos y a los 10’ ya había terminado”.