Una soltera de 'First Dates' frena en seco a Carlos Sobera: "No te pases ni un pelo con mi perro"

'First Dates', el programa de citas más famoso del mundo de la televisión, cierra una semana más con nuevos encuentros cargados de amor y originalidad. Una de las citas más destacadas ha sido la de Miranda y José Antonio, quienes han tenido una cena tensa en la que no ha habido conexión ni química.

Miranda es azafata de vuelo y tiene claro que el amor de su vida es su perrito. Carlos Sobera le ha dicho que al ser tan guapa y estar todo el día viajando debía de tener mucho éxito en el amor, pero nada más lejos de la realidad. “Al último le pillé en el baño guarrindongeando con otra, por móvil, cochinadas varias”, expresaba ella.

Respecto a su cual es tu perfil de chico, no exigía mucho, pero sí que tenga respeto: “Mientras que no sea retrasado, de estos homófobos, racistas o así porque entonces le voy a formar un pollo que se va a ir por dónde ha venido”. A continuación, la soltera le ha contado al presentador que tenía un un chiguagua llamado Bambi, lo que ha dado pie a una broma que no ha hecho nada de gracia a la joven.

“Mirale, qué lindo”, decía Miranda. Dice “qué lindo”, bueno, lindo…”, contestaba Sobera, entre risas. A lo que la soltera replicaba con un: “No te pases ni un pelo con mi perro”. Y después de que el vasco siguiera con la broma, la joven ha sido aún más contundente: “no te pases ni un pelo con mi perro, te lo digo desde ya”.

Miranda: “A mí no me dejes mal públicamente”

José Antonio, su cita, viene de San Roque y tampoco ha tenido mucha suerte en el amor. La primera impresión no ha sido buena por parte de ambos, lo que ha provocado una cita muy tensa. Los silencios han empezado a acaparar la cita, ambos estaban nervioso y como ella no bebía alcohol, ha sido él quien ha tomado un poco de vino para relajarse un poco.

En la decisión final, Miranda le ha confesado que le gustaban los chicos con cara de “niñatos” y José Antonio era un poquito más mayor de lo que buscaba. Por su parte, él le ha dicho que no le gustaba, pero que le había caído muy bien. Finalmente, ella le ha dicho “así me gusta, no me vayas a dejar mal públicamente”.