España podría recorrerse de norte a sur y de este a oeste y nunca se podrían ver todas las edificaciones emblemáticas de las que consta nuestro país. Cada una de ellas tiene un significado distinto para sus vecinos y turistas que se deciden a visitarla. Algo similar piensan en este municipio de Almería, al que muchos conocen como la Ávila de Andalucía.
Adra está en la frontera entre Almería y Granada. Este municipio cuenta con más de 13 kilómetros de costa, incluyendo playas como El Censo y San Nicolás. Aunque, más allá de sus costas, hay un emblema del que no paran de presumir todos sus habitantes: la Muralla urbana de Adra. Ahora en estado de ruina, merece la pena contar su historia.
La muralla de Adra que evitó la conquista del municipio por parte de los piratas
El municipio de Adra fue fundado por los fenicios como una colonia comercial y, más tarde, adquirió importancia bajo el Imperio Romano. Sin embargo, la construcción de la muralla se data más tarde. Fue erigida en el siglo XVI con la intención de proteger la localidad de ataques de piratas berberiscos y turcos y mandada construir por la reina Juana I de Castilla en 1505.
La estructura de la obra era imponente. Contaba con siete torres en las esquinas (la Torre de la Vela o Cubo de la Carrera, la Torre Casa del Gobernador, el Torreón de Don Pablo Moya y la Torre del Cementerio o Torreón de Overa), dos puertas principales (la del Mar y la del Campo) y un castillo que gobernaba la ciudad en el centro.
Aunque es de libre y se encuentra en estado de ruina, ha sido declarado como bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles.
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