Donald Trump es uno de los presidentes más apoyados del mundo, pero a la vez uno de los más odiados, no hay término medio. En su familia también hay quien no le soporta, como es el caso de su sobrina, Mary, que le ha catalogado como “imbécil” en una entrevista reciente.
A sus 60 años, Mary Trump comentó en The Telegraph que está "desesperada" por impedir que su tío "destruya su país", además, asegura estar "horrorizada" porque siga el poder, sobre todo después de sugerir que quiere que sea algo que dure de forma "vitalicia".
"Siempre ha sido un imbécil. ¿Verdad?... Podemos reírnos de él, claro. Y burlarnos de él y decir que no sabe lo que hace o que padece algún tipo de deterioro cognitivo. No discuto ninguna de esas afirmaciones. Las hago yo misma. Pero la cuestión es que sigue siendo el presidente de los Estados Unidos de América, lo cual me horroriza", explicó.
"No puedo dejar que destruya mi país... Lo tengo muy claro. No hay que andarse con rodeos; ya hemos superado el punto de ser educados o de seguir las viejas reglas. Las viejas reglas ya no existen porque el Partido Republicano las roció con gasolina y les prendió fuego”, apuntó.
Mary Trump: “Es un hombre muy problemático”
“Los demócratas aún no se han dado cuenta”, siguió diciendo, y es que cree que “no merece” la posición en la que está. “Es un hombre muy problemático. Es una criatura instintiva que hace lo que hace para conseguir lo que necesita o quiere. Es así de simple: comprender qué lo motiva y por qué, es importante comprender su psicología, porque así es como sabemos cómo tratarlo", sentenció sobre su tío.
Pero no es el único familiar que ha hablado sobre el magnate, proceden de un pueblo de la región de Renania-Palatinado llamado Kallstadt, de donde es su abuelo Friedrich Trump. Sin decir sus nombres o parentesco, algunos han opinado sobre él: “No queremos tener nada que ver con el tema”.
“Nadie se atreve a decir lo que realmente piensa. Y esto es un problema. Por lo menos no se hace ante la opinión pública, pero en casa, la cosa cambia”, apuntó otro. Además, no quieren que tenga nada que ver con la localidad: “Como mucho puede generar curiosidad que los antepasados de Donald Trump procedan de Kallstadt”.
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