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Cualquier ayuda a los sectores más vulnerables de la sociedad, más si cabe cuando se trata de ancianos con pocos recursos y, al mismo tiempo, con algún tipo de discapacidad que condiciona su vida diaria, es fundamental. Es por ello que resulta imperioso conocer cualquier detalle, como por ejemplo el que pone sobre la mesa el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), que pone a disposición de los beneficiarios pensiones de 11.858 euros.
Así como sucede con otras prestaciones o pagas, se deben cumplir ciertos requisitos y plazos, por lo que se debe estudiar con detenimiento todo y así contar con todas las posibilidades de cara a la petición de esta importante suma.
Recordemos que el IMSERSO es quien gestiona en España las pensiones no contributivas de invalidez. Eso sí, para acceder a ellas el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 marca una serie de pautas que todos los ciudadanos deben cumplir a rajatabla.
Condiciones para recibir la pensión por discapacidad del IMSERSO
Todo beneficiario de esta pensión debe tener entre 18 y 65 años, así como contar con un grado de discapacidad de, al menos, el 65%. Además, también hay un condicionante extra que atañe a la residencia, ya que se debe residir en territorio español y haberlo hecho durante cinco años, dos de ellos (mínimo) consecutivos.
Como es habitual en este tipo de pensiones, también existe un requisito acerca del nivel de ingresos. Estos no deben superar los 7.905,80 euros al año. Si hay convivientes con el posible beneficiario, se establecerá una suma de las rentas y estas no deben superar el umbral marcado por el IMSERSO.
La cantidad a recibir variará en función de varios aspectos, siendo a partir del 75% de discapacidad cuando crecen exponencialmente las cifras. Por ejemplo, si la persona sufre este grado y necesita a una persona para realizar sus labores básicas diarias, se sumará un 50% extra. Esto hace que, si la máxima pensión a recibir en 2025 será de 7.903,15 euros, se sumarán otros 3.951,58 euros. Esto, a su vez, hará que la pensión máxima se eleve hasta los 11.854,73 euros.
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