La película 'Popeye' de Robin Williams cambió las espinacas por cocaína

Popeye es un personaje muy conocido en la cultura popular. El marinero desarrolla una fuerza sobrehumana al comer espinacas, con lo que puede afrontar todo tipo de situaciones imposibles. El actor Robin Williams interpretó a este héroe de dibujo animado en la década de los 80, pero parece que el rodaje del film cambió el alimento habitual de la creación del historietista estadounidense Elzie Crisler Segar por droga. Así lo ha explicado el antiguo director ejecutivo de Paramount Pictures, Barry Diller, en declaraciones recogidas por Page Six.

"Todos estaban drogados"

El marcado carácter infantil de la película chocó con lo que se respiraba en el rodaje, tal como ha detallado Diller. "Todos estaban drogados. No podías escapar de ello", ha comentado. El exejecutivo de Paramount Pictures ha desvelado la sorprendente forma en la que la drogaba llega al set de rodaje, ubicado en Malta. "Las latas se enviaban diariamente a Los Ángeles para revelar la película y descubrimos que en realidad se usaban para enviar cocaína de ida y vuelta", ha desvelado.

Van Dyke Parks, encargado de la música de la película, encontró droga al desmontar un walkie-talkie para intentar cambiar la batería. "Me sentí incómodo, sabía que eso influiría en el comportamiento de la gente", ha afirmado. Parks, ha detallado, no recuerda a quién le entregó la droga.

Robin Williams confesó en el documental 'Dark Side of Comedy' sus problemas con la cocaína. El popular actor, que se suicidió en 2014, dependía de esta droga para subirse a un escenario, según explicaba su entorno. De todos modos, dejó de consumir a raíz de la muerte de John Belushi. "No quería ser padre y llevar ese tipo de vida", reflexionó en una entrevista a la revista People en 1988.

El actor fue diagnosticado de demencia con cuerpos de Lewy, el motivo por el que finalmente se quitó la vida. Su mujer dejó claro que Robin Williams llevaba mucho tiempo sin consumir alcohol ni drogas.