Dentro de los diferentes estamentos de una empresa, aquellos trabajadores que se encuentren en el mismo estrato pueden no estar cobrando cantidades de dinero iguales. En un mismo departamento, la experiencia, eficacia o los años trabajados en la empresa pueden ser factores determinantes a la hora de establecer el salario a final de mes.
Respecto a estas varianzas en las nóminas se ha pronunciado el gobierno europeo con una medida que no va a dejar a nadie indiferente. La cuantía de la nómina sigue siendo un tema un poco tabú, siempre rodeado de ocultismo por razones varias, pero esto va a dejar de ser así con la entrada en vigor de la nueva ley, que se prevé para el año 2026.
A partir del año que viene, las empresas estarán obligadas a hacer públicos los salarios de sus trabajadores según la implementación de la Directiva UE 2023/970 de la Comisión Europea. Aunque no todas las empresas se verán obligadas por esta ley, ya que, en principio, serán solo las que posean más de 250 empleados a su cargo, aunque el número de empleados irá disminuyendo a lo largo de los años de manera progresiva.
¿Por qué y cuándo se aprobó esta ley?
Los motivos por los que esta ley verá la luz en el año 2026 tras ser aprobada en 2023 son varios. Acabar con el secreto salarial podría ser uno de los principales, para así combatir posibles discriminaciones salariales. Busca también una reducción de la brecha salarial, evitando negociaciones opacas que lleven a desigualdades, obligando a las empresas a detallar la nómina en las diversas ofertas de trabajo que promulguen.
Sobre todo, eliminar la brecha salarial entre hombre y mujeres, cercada desde la UE en un 13%. Según la Comisión Europea, las mujeres deben trabajar 51 días más al año para ganar lo mismo que los hombres en puestos similares. Este balance se hará por medio de auditorías que las empresas deberán realizar periódicamente.
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