Hasta ahora, existía la creencia de que algunos medicamentos extendidos por todo el mundo eran la mejor alternativa contra algunas enfermedades. Sin embargo, la evolución e investigación científica hacen que estas cuestiones deban replantearse continuamente, en búsqueda de otras fuentes de mejoría, a veces procedentes de vías naturales que dañan menos al organismo.
Uno de los medicamentos más conocidos en el planeta es el Ozempic, que se suministra contra los antojos de azúcar y como medida efectiva para regular el nivel de azúcar en sangre. Una clave en el trabajo de los facultativos ante un contratiempo que afecta a miles de personas en la actualidad.
El GLP-1 es la clave para decir adiós al Ozempic
Según informa recientemente Science Alert, un grupo de expertos ha encontrado en ratones y humanos la enorme relevancia del microbio intestinal y sus metabolitos para que este proceso se lleve a cabo de manera natural. Científicos de China acaban de obtener pruebas de que tras crecer la presencia de este microbio en ratones diabéticos, pueden “orquestar la secreción del péptido-1 similar al glucagón”, tal y como indican desde la universidad de Jiangnan.
Este GLP-1 es una hormona que el ser humano desarrolla naturalmente y realiza el mismo trabajo que el Ozempic: regular los niveles de azúcar y saciar la necesidad de ingerir más azúcares. Ahora, el trabajo de los investigadores es comprobar si hay alguna forma real de lograr que el cuerpo humano desarrolle en mayor cantidad este microbio intestinal.
“Un creciente número de investigaciones ha revelado que nuestros antojos de componentes dietéticos se originan en señales enviadas desde el intestino, un órgano clave en la transmisión de las preferencias dietéticas. Sin embargo, actualmente no está claro qué genes, flora intestinal y metabolitos del microambiente intestinal están involucrados en la regulación de la preferencia por el azúcar”, indican los investigadores asiáticos.
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