Decantarse por visitar Castilla y León significa adentrarse en una etapa de la historia nacional, además de poder disfrutar de su rica y variada oferta gastronómica. La mencionada comunidad autónoma cuenta con distintos edificios religiosos, siendo la región de España con más iglesias, además de múltiples castillos y fortalezas.
En la provincia de Valladolid, más concretamente en Íscar, una pequeña localidad de poco más de 6.000 habitantes, se encuentra un castillo cuya construcción se inició en el siglo XII. Ubicado en lo alto de una montaña, desde la mencionada fortaleza se puede observar la Tierra de Pinares.
El castillo de Íscar se erige sobre ruinas de antiguas fortalezas. Lo más antiguo que se conserva de la edificación es una parte de las murallas y la estructura interior de la torre del homenaje. Además, también contaba con un foso. Es más, en el siglo XV, y con objetivos defensivos, se reforzó la torre y se levantó una especie de barbacana, que servía de a la torre a través de un puente levadizo, además de un espolón flanqueado por dos torrecillas.
El castillo de Íscar, de bastión defensivo a lugar para celebrar eventos
La fortaleza, que en su época fue un bastión defensivo, fue comprada por el ayuntamiento de la localidad, por una cantidad que rondaba los 80.000 euros, en 1991. Desde ese momento, se llevó a cabo una obra de restauración del castillo con una inversión de tres millones de euros.
En la actualidad, y tras la restauración, el castillo de Íscar sirve para la celebración de eventos, como por ejemplo la Feria Medieval 'Maestro y Aprendiz' en el mes de julio o conciertos y otro tipo de actos. En el patio de armas, hoy en día, hay una cervecera en la que se pueden degustar cervezas artesanales.
Al castillo se puede acceder los sábados y los domingos, con visitas guiadas desde las 12:30 y tras haber concertado la visita previamente. El recinto exterior es de libre y coincide con la apertura del bar.
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