No sorprende a nadie decir que España es uno de los países más visitados del mundo. Esto es por varios factores, entre ellos su climatología, sus playas o su gastronomía. Sin embargo, hay un motivo que hace que muchos visitantes se decidan a acudir a tierras nacionales, y es por su inmenso patrimonio histórico.
Si algo tiene de especial nuestro país es que cuenta con un grandísimo patrimonio, el cual, tan solo con observarlo, es capaz de contar y de transmitir a sus visitantes todo lo que se vivió en aquel lugar. Además, hay construcciones impresionantes que han conseguido conservarse en pie hasta el día de hoy.
Esto es justamente lo que sucede con la Fortaleza de Gormaz, que se encuentra a unos 64 kilómetros de Soria, en Castilla y León. Este bastión cuenta con una gran particularidad que lo hace de lo más especial, ya que es el más grande de todo el occidente europeo.
Asimismo, dicha fortaleza, debido a su gran tamaño, es visible desde una lejanía apabullante. Su localización, encima de la meseta de un cerro en Gormaz, no es para nada casualidad, ya que este permitía una visibilidad estratégica para la defensa del territorio.
La Fortaleza de Gormaz presenció varias batallas entre cristianos y musulmanes
La civilización que construyó dicha edificación en su época de asentamiento en la península fueron los musulmanes. Además, según datos historiográficos, la fortaleza fue un lugar de constantes batallas entre ellos y los cristianos. Asimismo, cambió de manos en diferentes ocasiones entre ambas civilizaciones entre los siglos IX y XI.
La edificación fue perdiendo importancia estratégica tras el avance de los cristianos hacia el sur. Eso sí, contó con varios propietarios de prestigio histórico, como por ejemplo Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como El Cid.
Su aspecto es imponente, con 380 metros de frente y una dimensión máxima de 63 metros. Asimismo, las murallas cuentan con 27 torres con marcadas características de los musulmanes. Una fortaleza que habla por sí sola de la historia de España.
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