La explosión del uso de las nuevas tecnologías ha revolucionado la manera de relacionarnos con todo lo que nos rodea. Hace unos años, cuando las personas querían pedir comida a domicilio, debían llamar al restaurante, asegurarse que servían comida a domicilio para poder pedir. Sin embargo, con el surgimiento de las plataformas de economía colaborativa, transforman totalmente el servicio a domicilio, naciendo la figura del rider. Podemos definir al rider como al repartidor que ofrece sus servicios a la plataforma colaborativa, repartiendo los pedidos que esta le encomienda, de un tercer sujeto, los restaurantes.
Pero lo que en un principio comenzó con el reparto de paquetería o comida a domicilio ha derivado en que es que esos trabajadores puedan repartir... niños. Algo que está ocurriendo en China, lo que ha provocado una tremenda polémica en la red social Weibo, el equivalente a lo que es X del país asiático, donde no se permiten gran parte de las redes occidentales.
Según están informando medios del país, algunas mujeres ante la imposibilidad por motivos laborales de llevar a su hijo al colegio a primera hora de la mañana, con lo que tras barajar varias opciones decidió llamar a un repartidor a domicilio para que lo hiciera por ella. Al parecer, por una cantidad que al cambio sería menor de 3 euros el transportista lo lleva desde entonces cada vez que su madre no puede. Una idea que parece se ha extendido entre las madres del sur de China.
Sanciones a las empresas
Una solución que cuenta con numerosos seguidores y detractores en redes. Algunos afirman que jamás dejarían a sus hijos en las manos de un extraño, y a veces en motos o en bicis que no cumplen las mínimas medidas de seguridad. En cualquier caso la normativa prohíbe que este tipo de empresas de transporte ofrezcan entre sus servicios llevar a personas, con lo que los repartidores que lo hagan estarían violando las políticas internas y se expondrían a importantes sanciones o incluso a la pérdida de su puesto de trabajo.
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