Estamos a tan solo unas horas de que el primer Grand Slam de la temporada de tenis arranque en Melbourne y, con ello, la posibilidad de que Novak Djokovic pueda intentar sumar un nuevo título a sus palmarés para alcanzar los 25 GS en su casillero y el número 11 de los abiertos australianos. Sin embargo, una de las últimas noticias sobre el jugador serbio nada tiene que ver con el deporte y sí con un caso de envenenamiento que ha dejado a más de uno con la boca abierta.
Ha sido a raíz de una entrevista que concedió a la revista GQ, en la que ha recordado unos hechos que nadie ha conocido hasta este momento. Todo sucedió en el torneo del año 2022 y que hoy sigue siendo un trauma para el que fuera número uno del ranking. El jugador afirmó que durante su deportación fue “envenenado” y que a consecuencia de aquello tuvo “algunos problemas de salud”. “Me di cuenta de que en ese hotel de retención me dieron comida que me envenenó”, indicó Nole.
Novak Djokovic: “Tenía un nivel muy alto de plomo y mercurio”
El campeón serbio explicó que sintió síntomas como de una simple gripe, pero que fue a peor, lo que le llevó a ser atendido por un médico de urgencias. “Tuve eso varias veces y luego tuve que hacerme pruebas de toxicología. Nunca he dicho esto a nadie públicamente, pero descubrí que tenía un nivel muy alto de metales pesados. Tenía plomo, un nivel muy alto de plomo y mercurio”, relató. Unas sustancias que el tenista considera que solo pudieron llegar a su organismo a través de la comida que le sirvieron en el hotel en el que fue retenido por el gobierno australiano.
Hay que indicar que la intoxicación por metales pesados, en este caso por plomo, es muy peligrosa para la salud. De hecho, según la página web de la Organización Mundial de la Salud, la exposición al plomo puede afectar a diversos sistemas del organismo y es especialmente nociva para los niños pequeños y las mujeres en edad fértil.
De hecho, el plomo se distribuye por el organismo hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos y apunta que durante 2021, la exposición al plomo causó más de 1,5 millones de muertes en todo el mundo, principalmente causadas por sus efectos cardiovasculares.
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