España es uno de los países más visitados del mundo. Su variedad gastronómica y las distintas opciones que ofrece a los millones de turistas que se decantan por nuestra nación hacen que sea un lugar único. Más allá de las ciudades más famosas y los rincones más populares, también hay sitios menos conocidos, pero que sorprenden por su encanto.
Uno de ellos se encuentra en el extremo orienta del Delta del Ebro. Más concretamente, pertenece al municipio de San Jaime de Enveija, en la comarca del Montsiá, situada en la provincia de Tarragona. Se trata de una isla marítimo-fluvial y es la más grande de Cataluña.
Hablamos de la Isla de Buda, que cuenta con 1.000 hectáreas y cinco kilómetros de longitud. Además de ser la isla más grande de su comunidad, también es el humedal mejor conservado del territorio catalán. Se formó gracias a los sedimentos que el Ebro fue depositando en su recorrido, antes de desembocar en el Mediterráneo.
Así es la Isla de Buda, la isla más grande de Cataluña
Antiguamente, allá por los años 40 del pasado siglo, había familias viviendo en la isla. Alrededor de 200 personas se habían instalado en la zona para dedicarse al cultivo del arroz. Pese a ello, actualmente no quedan habitantes en la Isla de Buda.
El lugar está protegido, perteneciendo al Parque natural del Delta del Ebro, y el a ella queda restringido. De hecho, se necesita una autorización expresa para visitar la Isla de Buda. Y esto se debe, en parte, al hecho de que allí viven algunas especies en riesgo de extinción.
De hecho, según varias fuentes, en la Isla de Buda viven hasta 350 especies de ave de las 600 censadas en todo el territorio europeo. También se pueden encontrar caballos salvajes que provienen del Delta de la Camarga. Además, en ella, también se cultiva arroz, algo que permite su conservación.
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