Este es un 25 de diciembre tan diferente que cualquier actividad normal que se podía hacer un día como este tiene un efecto sonoro mayor que, por ejemplo, la de otros días. El 'tardeo' tampoco se escapa de la quema. Y la polémica está servida. Porque ha habido lugares y lugares. En unos no ha habido medidas que valieran y en otros los niveles de concienciación son altos.
Hay medidas sanitarias que se han impuesto. Por Comunidades, pero después están las situaciones que se dan en el día a día y lo cierto es que ha habido de todo en los días previos a la Navidad y en la jornada de este viernes.
Por ejemplo, en Arcos de la Frontera, en Cádiz, parece que no hay pandemia. Irresponsabilidad navideña colectiva de una multitud ajena al coronavirus. En otro lugar, tardeo de Nochebuena sin distancia ni mascarilla en un bar de Leganés, en Madrid.
Por ejemplo, en Valencia este mediodía del 25 de diciembre, aperitivo pensando en lo que se cuece y marcando las distancias con precaución. Antes de la comida de Navidad, se celebran reuniones en terrazas al aire libre. Forma segura de pasar aunque sea un rato juntos. La mascarilla sujeta y solo bajarla, aunque no lo cumplan la totalidad, para beber o comer.
En Madrid, el aperitivo prenavideño se ha reducido a lo mínimo. Terrazas vacías en los lugares a rebosar otras Navidades. Y en Sevilla la temperatura invita, pero las restricciones limitan, por eso la imagen tampoco es la habitual de un 25 de diciembre.
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