Carlitos Alcaraz dio una lección de deportividad con la que alucinó su rival en la cuarta ronda de Roland Garros, Ben Shelton, que no entendía nada. Ocurrió en el segundo set, en el larguísimo juego (de 17 minutos) con el que arrancó la manga.
Con 30-30, el murciano se estiró para conectar una volea con la que en principio había ganado el punto. Mientras el público de la Philippe Chatrier jaleaba la acción en la red de Carlitos, éste le recordaba al juez de silla que el punto no debería ser para él. Lo negaba con el dedo de su mano derecha y le decía que no tenía agarrada la raqueta al impactar con la bola y que, por tanto, el 30-40 debería ser 40-30 para Shelton.
El estadounidense, decepcionado en principio al perder el punto con el que Carlitos conseguía una pelota de 'break', no entendía nada de lo que estaba pasando. Después sonreía con la explicación tras el gesto deportivo de Alcaraz.
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