- Roland Garros. Ben Shelton, el protegido de Roger Federer, en el camino de Alcaraz
- Directo. Shelton - Alcaraz
Carlos Alcaraz, al igual que en su día Rafael Nadal, prefiere el día a la noche de París en sus preferencias para jugar a tenis. Sin embargo, las estadísticas indican que el murciano es tanto o más efectivo bajo la luz del sol que con los focos. Por cuarta vez en su carrera se vio empujado este viernes a saltar a la Philippe Chatrier al final de la jornada. Y por cuarta vez cantó una sufrida victoria, con Damir Dzumhur, por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-4, en 3 horas y 14 minutos.
Dzumhur parecía inmortal. Salvó una primera bola de eliminación. No pudo con la segunda tras un partido que fue una montaña rusa. Se le escapó un tiro por un milímetro. El vigente campeón había salvado una especie de pájara porque en el ecuador se había quedado sin energía.
La primera víctima de Alcaraz en la sesión nocturna de Roland Garros fue el ruso Karen Khachanov, en los octavos de 2022. Un año después ejerció de verdugo de Denis Shapovalov, en la tercera ronda. Y la pasada campaña superó a Sebastian Korda, también en su tercer partido en el cuadro individual del torneo.
Los registros del tenista de El Palmar sobre la tierra empiezan a asustar a cualquiera. En el último año, ha logrado 30 victorias en 32 partidos. Las derrotas fueron con Novak Djokovic en la final olímpica y ante Holger Rune, en la lucha por la corona del Conde de Godó.
Con Djokovic sólo podría verse las caras el último domingo del evento y con Rune, en una hipotética semifinal. “Ahora puedo decir que la tierra es mi mejor superficie".
El tenis más veloz de la actualidad se adapta perfectamente a las características del murciano. La generación intermedia entre el Big Three y la actual, con Daniil Medveded, Stefanos Tsitsipas o el noruego Casper Ruud, se ha quedado por el camino. Dzumhur llegó a la cita renqueante de la rodilla después de una aparatosa caída en la ronda anterior con Giovanni Perricard.
La velocidad y altura de pelota de Alcaraz fue un constante quebradero de cabeza para el bosnio en los dos primeros sets. El jugador de Sarajevo, sin embargo, amenazó de inicio con romper el saque de su adversario. Desaprovechó un 15-40 en el primer juego. Había ganado el sorteo y había elegido restar.
Dzumhur, maniático él, tiene la costumbre de sacar con la misma pelota que gana el punto anterior. Carlitos tenía la misión de acelerar el triunfo. Todo tiempo de más en pista se paga en las rondas iniciales y no acostarse tarde para una buena recuperación pasa a ser fundamental.
A los 20 minutos, el tanteo era de 4-1. Se cumplía el guión. El bosnio ganó un único juego. Damir se puso por delante en la continuación y los aficionados aplaudían porque querían más emoción. Esa fue su única alegría de la noche.
Los fans que llenaban la central del Bois de Boulogne volvieron a la carga con el inédito 2-2 en el tercer set. "Damir, Damir, Damir", gritaban. Ese tanteo tan igualado no se había dado en las mangas anteriores.
Alcaraz jugaba con el piloto automático. Su rival pidió la presencia del fisioterapeuta con 3-2 abajo. Le dolía su tocada rodilla y le atendieron. Luego apareció el médico.
Segundo set perdido
Dzumhur pareció resucitar porque empezó a llegar y a pegar a todo. Hasta el punto de situarse con un 4-3 y servicio. Había hecho la táctica del cojo y le estaba dando resultado. El pupilo de Juan Carlos Ferrero acumulaba errores no forzados (35) y el marcador era de 5-3. Presentaba un 4/14 en pelotas de rotura. Así era imposible ganar el tercer set y lo perdió. Fue con una dejada.
En la reanudación, salvó un 15-40 con dos tiros que limpiaron la línea blanca. No pudo con la tercera bola de 'break'. Carlitos no veía agujero y el panorama se ponía peligroso. Acudía insistentemente a la toalla. Se le hacía un mundo transformar las opciones de 'break': 4/17.
"Bota y desliza una barbaridad esto. En hierba estoy jugando", les decía a los de su banquillo.
La situación estaba pudiendo con el español, que chutó la pelota con el pie por la desesperación en el cuarto juego. "Vamos, vamos", se animaba. No iba a rendirse el campeón ante la adversidad.
El bosnio se deslizaba por la arena como si hubiese nacido en ella. Alcaraz pedía al cielo que le permitiera ganar un punto de 'break'. Lo consiguió para el 5/18. El marcador era 3-3. Encadenaría cuatro juegos para quedarse a las puertas del triunfo. Vendría entonces otra reacción del tenista que nunca se rinde.
No he disfrutado mucho porque he sufrido bastante
Shelton, el siguiente
El zurdo Ben Shelton, decimotercero del ranking ATP a sus 22 años, será el primer cabeza de serie en el camino de Alcaraz. El americano, programado en la pista Simonne-Mathieu, derrotó al italiano Matteo Gigante, 6-3, 6-3 y 6-4. El español se impuso en los dos precedentes entre ambos.
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