Danielle Collins ha pasado este martes a la segunda ronda de Roland Garros aunque esto no era la razón por la que ha despertado tanta expectación su rueda de prensa.
Collins venía de protagonizar un incidente con un cámara en la segunda ronda del WTA 500 de Estrasburgo. Este, según la tenista, se acercaba demasiado en los cambios de lado y le pidió más espacio: "Estoy aprendiendo que, como mujer, pedir espacio personal parece ser un problema para muchas personas. Me parece patético que siquiera se hable de ello".
La estadounidense quiso defender su actitud: "En el vídeo no se ve a la que me sacan una buena foto a una distancia de unos 60 o 90 centímetros. Intento concentrarme en mi trabajo. Con la tecnología actual no se necesita estar tan cerca".
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