Un año después de anunciar en el planeta Laureus su retirada del tenis, Garbiñe Muguruza, 31 años, volvió a la gran gala del deporte. "Más aliviada", dijo con un sabor agridulce "La vida me ha cambiado mucho. Pensaba que me iba a ir del deporte, pero aquí estoy de vuelta", dijo como embajadora de la gran marca blanca y solidaria del deporte.
Los recuerdos le han asaltado todos estos meses. Los buenos. "Valoro mucho más ahora los logros, porque cuando uno está metido en el calor del momento, en la competición, es que no te da tiempo de digerir todo. Ahora me pongo a ver YouTube y digo, ostras, ¿esa era yo jugando?. Echo de menos ciertas situaciones. El día a día, el trabajo, el trabajo invisible, cuando nadie te ve, los trabajos de levantarse temprano, entrenar, sufrir... Eso no. Echo de menos situaciones como ganar, como estar con tu equipo, claro, situaciones guays, ¿no? De estar ahí en la pista, de jugar enfrente de mucha gente, de sentir esa adrenalina".
Lo desagradable era la presión: "Trabajaba la presión como podía. A veces es buena porque te empuja, pero otras veces si no te va bien, te vienes abajo. Lo intentaba llevar con los psicólogos, con el equipo, hablándolo, compartiendo la presión entre todos para que eso te alivie. Pero si quieres ser la número 1, vas a tener presión y eso hay que aprenderlo, aceptarlo y digerirlo. Tener presión es de campeones".
También la retirada ha rebajado la competitividad. Las ansias de ganar que perfiles como el de Garbiñe, número 1 del mundo, ganadora de dos títulos de Grand Slam tenía. "En mi caso se ha apagado un poco, la verdad, porque también competir a todo cansa, ¿no? Es verdad que era mi instinto competir, quiero competir en todo, ¿no? Cada día en los entrenamientos y ahora puedo respirar, es verdad que no juego mucho ni a cartas ni nada, no quiero jugar a nada porque es verdad que me sale ese lado. Ahora estoy empezando a jugar al pádel un poco, pero se me ha apagado un poco, la verdad, que también es agradable no estar siempre en tensión".
Un tema recurrente es el de las redes sociales. Muchos deportistas las están abandonando por las cruzadas que libran con algunos s. "Uf, yo es que soy un poco de la vieja escuela", comentaba. "Hay que tener la piel gruesa, porque mucha gente hoy en día tiene estas maneras de comunicarse, todo el mundo puede opinar, pero hay que saber que las redes sociales es un instrumento para poder comunicarte con tus fans, mostrar un poco tu vida y demás, y no hay que hacer caso a lo que te puedan decir las personas que no te conocen. Así que yo soy un poco de piel gruesa y a pasar un poco de todas esas cosas"
Su heredera, Paula Badosa, dibujó este año un regreso esperanzador para el tenis español. "Ha demostrado un buen nivel de tenis jugando semifinales de la Australian Open, mostrando un tenis físicamente también bueno, aunque tiene un problema crónico en la espalda. Yo también he tenido muchas lesiones, también he escuchado médicos decir que no sé si iba a poder volver a jugar y al final tu cuerpo se acostumbra. Es increíble que aprende a sobrellevar todos los dolores, y yo creo que Paula encontrará la manera de sentirse más sana", remataba Muguruza.
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