La espera mereció la pena. Llegó con seis horas de retraso, pero los más fieles pudieron ver de cerca a Conor McGregor. "Llevo aquí desde las 7 de la mañana", decían los más madrugadores. "Yo he venido de Valencia", apuntaba otro de sus fans. No es fácil poder coincidir en tiempo y espacio con el irlandés y el MARCA Sport Weekend lo ha hecho posible.
A primera hora de la mañana, cientos de aficionados esperaban ya pegados a la barandilla que separa la calle Alcazabilla del incomparable marco del teatro romano de Málaga. "¿Vamos a poder hacernos fotos con él?", preguntaban los primeros niños. Banderas de Irlanda, camisetas de The Notorius... Málaga respiraba artes marciales mixtas.
La espera mereció la pena
El acto, previsto para las 12 de la mañana, comenzó a las 18h, pero las horas de espera compensaron a los aficionados más pasionales. Los espectadores aguantaron con paciencia y respeto al trabajo del equipo de MARCA. Preguntaban, curioseaban, pero mantenían la esperanza de que el acto saliese adelante. Y así fue.
En cuanto se comunicó que McGregor salía de su yate en Marbella, los alrededores del teatro volvieron a llenarse de gente. El director de MARCA, Juan Ignacio Gallardo, le recibió descubriéndole cómo algunos de los espectadores llevaban más de 12 horas de espera y el peleador se mostró asombrado: "¿Desde las 7 de la mañana? Son increíbles. Adoro España, me encanta este país, me encanta su gente", explicó.
Recado a Topuria, guiño a Alcaraz, Alonso o Sergio Ramos, toques de balón con Javi Freestyle y mucha guasa en un acto que hizo las delicias de los aficionados. Además, nada más terminar, se paró a firmar algunos autógrafos y a fotografiarse con los aficionados cumpliendo el sueño de muchos de ellos.
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