El 'top 14' francés volvió a establecer su supremacía en cuanto a competiciones de clubes al hacerse con su quinto título consecutivo de la Champions Cup. El equipo galo venció en la final al Northampton Saints inglés por 28-20, sucediendo a Toulouse (23-24 y 20-21) y La Rochelle (22-23 y 21-22). El inglés Exeter Chiefs, en la 2019-20, fue el último campeón no francés. Ambas finales se disputaron en el Millenium Stadium de Cardiff. En 2026 se trasladarán a Bilbao, con San Mamés como sede.
Empezó por delante el Saints, con un ensayo de Alex Coles a los dos minutos. Sin embargo a poco sufrió dos bajas por lesión: James Ramm y George Furbank. Damian Penaud recortó diferencias (7-5), ensayando después Adam Coleman, con cinco puntos más con el pie de Matthieu Jalibert. Finn Smith impidió que los Saints se descolgasen con dos golpes de castigo que llevaron el marcador al 15-13. Poco antes del descanso Damian Penaud anotó otro ensayo para los ses, pero a continuación Coles respondió con otro, transformado esta vez por Finn Smith. Al descanso, 20-20.
En el segundo tiempo Burdeos aprovechó la primera ocasión que tuvo de ponerse por delante, con un golpe de castigo anotado por Maxime Lucu, que fue el jugador del partido (23-20). Northampton comenzó a jugar con el tiempo en contra y sin precisión. Finalmente Cyril Cazeaux apoyó otro ensayo que haría el marcador definitivo. La defensa de Bordeaux Bègles controló el partido el tiempo restante.
El viernes había tenido lugar la final de la segunda competicion, la Challenge Cup, en la que el triunfo fue esta vez inglés, con un claro 37-12 del Bath sobre Lyon. El conjunto francés llegó a jugar en doble superioridad numérica en el primer tiempo pero nunca pudo igualar el juego inglés, que en la segunda parte amplió diferencias.
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