Ayer Hansi Flick dio un paso al frente. Y no con una alineación, ni con un cambio táctico, sino con algo igual de importante: un toque de atención a los que se disgustan o se cabrean cuando no entran al terreno de juego o son retirados antes del minuto 90. Y no, no hablamos de figuras consagradas. Hablamos del Héctor Fort, Ansu Fati y Ferrán Torres.
El último, Ferrán, sinceramente, no sé de qué se queja. Está siendo uno de los jugadores más protagonistas de la temporada pese a no ser titular habitual. Está teniendo minutos, está teniendo peso. Y lo peor es que parece no valorarlo.
Lo de Ansu Fati es otro cantar. A estas alturas de la temporada ya debería tener muy claro que no está al nivel para ser ni titular ni siquiera suplente del FC Barcelona. Y eso, le guste o no, se lo ha hecho saber tanto Hansi Flick como el propio club. El técnico ha tenido incluso gestos para que el chico vuelva a sentirse importante, pero entre eso… y jugar en los partidos determinantes donde el Barça se juega títulos, media un abismo.
Y Héctor Fort… sinceramente, debería dar palmas con las orejas de estar siquiera en la primera plantilla del Barça. Cualquier gesto de descontento es absolutamente injustificado.
Por eso, aplaudo las palabras de Hansi Flick en rueda de prensa. Porque alguien tenía que decirlo. Porque alguien tenía que marcar territorio. Porque no puede ser que cada vez que un jugador no es titular, monte su drama particular.
Porque alguien tenía que marcar territorio
Que cunda el ejemplo. El de Flick, no el de los que se cabrean. Que esto es el Barça. Que aquí se viene a competir, no a lamentarse. Y si no te gusta, ya sabes dónde está la puerta.
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