Hoy por hoy no encuentro historia tan bella como la que relaciona a Giuliano, a Diego Pablo Simeone y el Atlético de Madrid. Giuliano ha pasado por todas las etapas. Fue un niño que en brazos de su padre vivió la despedida del Cholo del conjunto rojiblanco cuando regresó en su segunda etapa como jugador.
Giuliano ha pasado por todas las etapas dentro del club
De los brazos de su padre a brillar en el Atleti
Fue un niño que actuó como recogepelotas y que iba al banquillo a abrazar a su papá cuando su papá cogió las riendas del banco. Fue un canterano que con su papá como entrenador del primer equipo celebró las victorias del Atlético de Madrid en los diferentes títulos logrados y conquistados. Y luego ha cumplido el sueño de ser jugador del Atlético de Madrid. Y ya ha dejado de ser o por lo menos creo que debe dejar de ser el hijo de Simeone para convertirse y ser ya una realidad.
Giuliano Simeone, que cumple el sueño que tuvo desde pequeñito cuando a hombros de su papi, decía adiós al Vicente Calderón. No es el Calderón, no es Diego Pablo, ahora es el Metropolitano y ahora es Giuliano. Los dos son Simeone, son diferentes y son similares, cada día, cada hora y cada instante desprenden Atlético de Madrid en su marcador.
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