Es difícil dudar de la relación que existe entre la mente y el cuerpo, en cualquier deporte. En tenis, Nadal multiplicó su poder por su fuerza mental que engrandeció los músculos desde la fe. También es un ejemplo Topuria, pues si su físico es imponente, su mente aún lo es más. La suya no es una confianza desde la soberbia, sino desde el trabajo dirigido desde el primer momento a un fin. Topuria ha visualizado su camino y lo va cumpliendo tal como lo programó, algo muy difícil. En su mirada hay una confianza inquebrantable. “El 28 de junio, otro sueño se hará realidad. Seré campeón del peso ligero. Charles, te pido disculpas de antemano... Solo lucho por mis sueños”, le dice.
Matador
Topuria quiere contraponer a la implícita violencia de su deporte rasgos de humanidad. Por ello le pide perdón al brasileño, pero a la vez le manifiesta su confianza absoluta en la victoria. Ya lo ha hecho otras veces y sus vaticinios se han cumplido siempre. En Abu Dabi hizo gala de esa fuerza y humanidad ante Max Holloway: "Vamos Max, la parte difícil ya está hecha. Vamos hermano... Soy el mejor del mundo, el mejor. Vas a pasar momentos difíciles intentando superarme, créeme, soy el mejor del mundo en lo mío. Trabajo duro, me dejo la piel... la victoria es mía". Para cualquiera es difícil luchar, y vencer, a alguien que tiene esa determinación y esa confianza.
Justo campeón
Se ha hecho justicia en la Liga y ha ganado el mejor. Al principio se hablaba de un paseo del Madrid porque al campeón de Europa había llegado el mejor del mundo. Nadie decía quién se había ido —Kroos, Nacho, Joselu— ni se valoró lo suficiente las interminables lesiones. Este Madrid es más débil como equipo. Cuantos centros se han quedado sin un rematador como Joselu, fundamental en la Champions. Ha pasado algo parecido a lo de la última etapa de los Galácticos, que el enorme poder de ataque ha sido arrollado por una persistente debilidad defensiva. Da la sensación de que cualquiera puede marcarles un gol en cualquier momento. El equipo se ha desangrado ante la más pequeña herida.
Fútbol y belleza
Flick ha conseguido unir determinación y talento. La confianza con la técnica más exquisita. Pedri y De Jong son ejemplo de este cambio. Es una de las mejores parejas de medio campistas del mundo. Se puede decir de ellos lo que dijo Ferguson de Xavi e Iniesta: estos no pierden jamás un balón. Es marca Barça y funciona. Ahora hay que verlo en el segundo año. Es más difícil mantenerse que llegar. Y los demás equipos evolucionarán para superar su juego. También hay que ver si puede fichar, aunque visto lo que ha hecho apenas pudiendo, La Masia merece toda la confianza. Es una cantera muy fértil. No se cansa de crear estrellas y un estilo ya para siempre.
Comentarios