El deporte necesita a más personas como Axier Arteaga. Este pelotari que alcanzó la élite en la pelota vasca dejó este deporte en el 2022 con 26 años. En los últimos dos años, después de formarse como coach deportivo, ha dado un giro a su vida para acompañar a deportistas para trabajar su mentalidad y mejorar su rendimiento.
Arteaga explica en MARCA lo que le llevó a tomar esta difícil decisión: "Después de hacer un año malísimo en el deporte profesional, me quedé sin contrato con 26 años. Tenía los estudios hechos para ser profesor de educación física, pero cuando lo lógico era comenzar por ahí, algo en mi interior me decía que no quería escoger ese camino. Buscaba estar en evolución y tener cosas nuevas que aportar, aprovechar mi experiencia como deportista profesional para ayudar a otros chavales a ser profesionales o los que ya son profesionales disfruten del deporte. Porque yo estuve siete años como profesional y sólo disfruté dos. Lo que era un sueño fue un infierno por la parte mental. Entonces, decidí que quería ser un coach o mentor deportivo".
Yo estuve siete años como profesional y sólo disfruté dos. Lo que era un sueño fue un infierno por la parte mental
El coaching llegó a su vida antes de su retirada y esta disciplina le marcó su trayectoria: "En el 2017 gané todo lo que se podía ganar en la Segunda categoría, entonces pasé a jugar en Primera con todos mis ídolos de la infancia que veía por la televisión y les estaba ganando. Pero yo no me lo creía, luego aprendí que eso era el síndrome del impostor. Me veía insuficiente, me decía a mí mismo que no era tan bueno como ellos. Entonces, é con Joseba del Carmen y me encantó el mundo del coaching. Hasta entonces era un escéptico y un anti coach porque decía que los psicólogos no servían de nada".
Ese descubrimiento cambió su manera de ver el deporte, algo que ahora trabaja con los deportistas a los que acompaña: "En este mundo de las redes sociales, donde se ve todo muy bien, los deportistas tienen que ser perfectos y muy disciplinados en el hacer. Y no lo gestionan bien, porque elevan su expectativas y eso les hace presionarse más. Realmente, no es tan importante el hacer, sino darte cuenta de quién estás siendo, porque tienes que trabajar mentalmente en aprender a confiar en ti y en que el resultado se va a dar. No es solo trabajar la nutrición y entrenamiento, sino lo que realmente importa es la parte mental. Yo siempre digo, que un 55% es mental, un 20% nutrición y 25% entrenamiento. Yo también he sido deportista de llevar todo a rajatabla, pero luego llega el partido y no confías en que vas a ganar. Empiezas a perder y luego pierdes más. En cambio, hay otras épocas donde igual no estás cuidándote ni entrenando tanto, pero confías en que vas a ganar y ganas".
No es solo trabajar la nutrición y entrenamiento, sino lo que realmente importa es la parte mental
En cuanto a su manera de trabajar, Axier Arteaga destaca algo fundamental que no puede faltar nunca en sus sesiones: "Lo que trabajo es el subconsciente del deportista. Porque si le llegan unos pensamientos negativos como, por ejemplo, no puedo fallar o hoy tengo que demostrar, eso le genera presión y va a estar en lucha interna, para no pensar en eso y hacerlo en positivo. Pero eso hace que no esté presente, ni esté jugando ni compitiendo. Cuando se trabaja el subconsciente, directamente no te llegan esos pensamientos. Para eso uno solo no puede, necesita otra persona, en este caso una figura como un coach, para que le espejee lo que su mente no está viendo conscientemente".
En el deporte y en la vida se habla mucho de éxito y fracaso, sobre ese tema Axier hace una interesante reflexión: "Para mí el éxito tiene que ver con una autorrealización interna y externa. La interna es el ser, quién soy como persona en mi día a día, qué relaciones tengo, cómo me trato a mí mismo, cómo trato a los demás y qué confiado me siento. Pero también necesitamos esa parte de objetivos y de logros que es la externa. Eso tendría que ver con las cosas que tenemos que celebrar, lo que has ganado y si has conseguido este objetivo que te has marcado. Ese equilibrio es lo que nos da el éxito, que es la felicidad, la autorrealización, la tranquilidad y paz interior. Porque de nada sirve que tú seas muy buena persona, pero no tengas nada que celebrar. Y que consigas muchos logros, pero no tengas con quién celebrar porque no eres una buena persona, no eres feliz tampoco. Yo he aprendido que la felicidad no está en conseguir y en lograr, sino en el proceso. Para ser feliz no necesito llegar, porque en el proceso ya lo estoy siendo. Cuando un deportista más rinde es cuando es más feliz. Porque cuando es feliz no necesita ganar, es cuando más fluye y menos piensa, entonces su rendimiento más aumenta".
He aprendido que la felicidad no está en conseguir y en lograr, sino en el proceso
Entre los temas que más salen en sus sesiones, Axier nombra los principales: "Lo que más trabajo es quitarse la autoexigencia desmedida, porque el querer hacer perfecto las cosas es lo que nos lleva a querer controlar más un resultado, entonces ahí es cuando más se descontrola, porque generamos más presión y más miedos. También trabajo mucho el soltar el qué dirán, el qué pensarán, porque cargamos con mochilas y mucha presión, además, de una necesidad de validación familiar, del entrenador o de los medios. Entonces, sería soltar toda esa basura, esas ataduras y esas cadenas, que es nuestra mente la que nos está diciendo, para realmente ser libre. Yo siempre busco sacar el máximo potencial, no busco ganar, sino que seas tu mejor versión".
Finalmente, este exdeportista recuerda algo muy importante para poder acercarnos a nuestra mejor versión: "Hay un momento en el que un deportista que está sufriendo debe dejarse ayudar. Aquí es donde, en mi etapa como deportista, fallé al no dejarme ayudar. Porque es como que bajas el ego y no te deja. El tiempo pasa y, cada vez más, desconfías de ti, te presionas porque los resultados están siendo peores. Porque el deportista, muchas veces piensa que es valioso sólo si gana. Cuando comienza a perder, es como que ya no tiene valía. Y, en su día a día también, se va cerrando más y más. Ahí es cuando más le cuesta pedir ayuda. Ir a un coach es lo mismo que ir a un preparador físico. Al igual que no tienes que estar lesionado para ir al preparador físico, porque vas para mejorar. La mente es lo mismo, no tienes que estar sufriendo, no esperes a que las cosas vayan mal para ir. Vete siempre, porque cualquier coach o mentor te va a hacer mejor, te va a hacer mejorar".
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