Estamos en semana de Super Bowl, pero Travis Kelce parece un tipo relajado. Hace un año se mostraba más reacio a hablar de su vida personal, pero el tight end de los Kansas City Chiefs ha cambiado mucho en este sentido durante la temporada. Una vez consolidada su relación con la artista Taylor Swift, el jugador no duda en bromear o compartir ciertos detalles con la prensa.
Según comentó durante la rueda de prensa de la 'open night', su pareja es una gran cocinera, algo que ya había mencionado en alguna otra ocasión. Entre las preguntas curiosas que le lanzaron al 87 de los Chiefs, hubo una culinaria. Le pidieron que nombrara su plato favorito hecho por Taylor Swift. Después de una pausa, Kelce expresó que le gustaba el desayuno, así que se decantó por los Pop-Tarts caseros que prepara la cantante y compositora.
¿Qué es una Pop-Tarts?
Las Pop-Tarts son en esencia una galleta rellena que se puede hornear o tostar, está sellada, y es rectangular. En muchas ocasiones, está glaseada.
En realidad, los Pop-Tarts de Swift ya se habían hecho bastante famosos. El año pasado, después de que los Chiefs ganaran el Super Bowl LVIII, el entrenador jefe del equipo, Andy Reid, reveló que la joven artista había hecho sus famosos Pop-Tarts para la línea ofensiva del equipo durante la temporada. Después de esta confesión, los aficionados y las marcas que realizan este producto comenzaron a preguntarse: "¿Cuál es el relleno? ¿Tiene glaseado? ¿Los agujerea?" La marca original de estos dulces (Kellanova, antigua Kellogs), incluso se ofreció a realizar una gran donación si Swift compartía su receta con todo el mundo.
La locura por conocer los ingredientes de Swift se desató y ahora Kelce acaba de resucitar aquella 'locura transitoria'. Veremos si este año la cantante trae la misma suerte a los Chiefs. La temporada pasada, Swift estuvo presente en la Super Bowl y tanto su pareja como su equipo vencieron a los San Francisco 49ers por 25-22 en el tiempo extra. Este año, los de Misuri se enfrentarán a los Philadelphia Eagles en una revancha del Super Bowl LVII, que los Chiefs ganaron 38-35.
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