La universidad de Notre Dame (Indiana), una de las más prestigiosas de Estados Unidos por su programa académico y deportivo (a la altura de Stanford, Yale o Duke), ha suspendido el programa de natación masculino durante un año al detectar, después de una investigación interna, una red de apuestas organizadas por sus propios nadadores. Las reglas de la NCAA son tajantes y el propio código interno del centro académico no ha dudado en apartar a sus deportistas, algunos de ellos olímpicos como el relevista Chris Guiliano, que compitió en el 4x200 libres en París 2024 donde consiguió la medalla de plata.
La Universidad de Notre Dame, de origen irlandés y profundamente católica, realizó un comunicado donde informaba de la suspensión por boca del director deportivo del centro, Pete Bevacqua. “Estas acciones son contrarias a los valores de este centro académico y a todo lo que representamos en el deporte de Notre Dame. Tenemos que reconstruir una cultura de dignidad, respeto y conducta ejemplar, y por eso hemos decidido suspender el programa de natación masculina durante al menos un año académico”.
Bevacqua dijo que si bien la mala conducta individual no era uniforme en todo el equipo, la suspensión afectaba a todos debido a la gravedad de los hechos. Pagaron justos por pecadores. "El objetivo de la escuela es educar y apoyar a los estudiantes para no cometer errores".
Los deportistas de primer año que quieran pasar a otra universidad son libres de hacerlo antes de que las clases arranquen el próximo 27 de agosto. El equipo femenino y el de saltos no se ha visto afectado por la suspensión. El entrenador principal Chris Lindauer y su equipo técnico no fueron sancionados, porque la investigación concluyó que "no estaban al tanto de la trama y el modus operandi de los nadadores".
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