Por más que Checo Pérez haya tenido un 2024 para olvidar, no es justo que haya tendido que pasar todo el calvario que ha soportado por los malos desempeños que tuvo en estas 24 carreras que, al fin de cuenta, terminaron siendo una tortura para él.
No olvidemos que Gran Premio tras Gran Premio, las críticas que recibía hacia el manejo que hacía arriba del RB 20 se fueron acentuando porque no cumplía la misma tarea que Red Bull esperaba y que tan bien lo había hecho en 2023, con el consiguiente Mundial de Constructores ganado, algo que el mexicano también ayudó a lograrlo en 2022.
Y en esta parte hay un sólo culpable del calvario que sufrió Checo. Esas fueron las duras acusaciones que lanzaba continuamente Helmut Marko a quién le quisiera escuchar cuando opinaba sobre la continuidad o no del piloto tapatío, un ensañamiento intelectual que se cebó sobre su persona aún cuando había renovado hace poco su contrato.
Es lógico que esas palabras que escuchaba el piloto mexicano de una persona tan importante dentro del staff de Red Bull no hacía más que minar su capacidad mental para poder sobrellevar tantas críticas.
Ahora, que parece que el calvario que ha tenido sobre sus espaldas Checo, podrá liberarse mentalmente, por más que su presencia en el Gran Circo desaparezca momentáneamente.
Mi compañero Carlos González ya lo decía en una columna similar que era mejor que Marko se quedara callado antes de atacar sistemáticamente a Checo llevando en sus declaraciones esa preferencia innata que tiene por Verstappen. Imagino al piloto tapatío agobiándose continuamente escuchando día tras día ese tipo de insinuaciones sobre su salida de Red Bull, algo que aún no se hizo oficial, aunque muchos de ellos vinieron haciendo un trabajo de campo desde hace bastante tiempo para que el mexicano y Red Bull se divorcien.
Es una pena para el Checo deportista que se quede sin su monoplaza en Red Bull, aunque imagino a un Checo feliz fuera de este circo en el que algunos trataron de ser los payasos que alimentaban a un público necesitado de movimientos extremos, como éste que estaría por realizar la escudería de Milton Keynes.