Verstappen acabó segundo en Miami por detrás de Lando Norris en lo que para todos fue un hecho excepcional, dado el dominio aplastante del neerlandés, aunque esta temporada también saboreó la derrota ante Carlos Sainz, pero porque Max tuvo que abandonar.
Al final de carrera vimos a un Max Verstappen sonriente, tranquilo e incluso feliz por Lando Norris. Sus palabras no dejan lugar a la duda: "Pierdo con gusto si es Lando el que gana su primera carrera. Estoy muy contento por él, porque llevaba mucho tiempo esperándolo y no va a ser su última. Sin duda se lo merece".
Es la actitud del que entiende que el inglés no va a ser su rival en la lucha por el campeonato. La duda que tengo es si esa actitud hubiera sido la misma en caso de que el ganador hubiera sido Checo. Con el mexicano no ha sido tan condescendiente en situaciones similares. Sí, le felicitó cuando Checo ganó, faltaría más, y también elogió su rendimiento ese día, pero no fue tan efusivo. Tampoco su entorno. Sergio Pérez todavía está esperando que el padre de Max le felicite.
A Verstappen se le vio contentísimo con la victoria de Norris, pero su cara no ha sido la misma cuando el que le ha ganado ha sido Checo. Quizá porque al mexicano en algún momento le sintió como un rival incómodo, algo que en estos momentos no percibe con el inglés. Ya veremos si Checo le gana en el transcurso del año si el neerlandés se muestra igual que con Norris o la frialdad se instala en el box de Red Bull. Tiempo al tiempo.