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Después de la tormenta, siempre llega el momento de reconstruir. Y en el corazón de la Bella Airosa, ese momento ya tiene nombre y apellido: Jaime Lozano. Con la salida de Guillermo Almada aún fresca, los Tuzos del Pachuca han apostado por un cambio de rumbo, y lo hacen confiando en una figura que mezcla juventud, carácter y medallas olímpicas en su equipaje.
No se trató de un anuncio ruidoso ni de esos que hacen temblar redes sociales. Fue más bien una decisión quirúrgica, silenciosa, pensada con calma. Este jueves, sin reflectores excesivos, el club dio la bienvenida oficial a su nuevo técnico: un hombre que ha paseado la bandera mexicana en el podio de Tokio y que ahora regresa a las canchas de la Liga MX, no como promesa, sino como arquitecto de un nuevo proyecto.
¿A quién enfrentará Jaime Lozano en el Mundial de Clubes?
Pero que nadie se engañe: el reto no será menor. En el horizonte cercano aparece el imponente Mundial de Clubes, donde los Tuzos compartirán escenario con gigantes como el Real Madrid, el Al-Hilal saudí y el RB Salzburg. Ahí, donde se miden estilos, billeteras y escudos históricos, Lozano tendrá su primer gran examen como timonel tuzo.
Atrás quedó la era Almada, marcada por intensidad y competitividad. Ahora inicia un nuevo ciclo, con otras formas, otra voz, otro lenguaje. Pachuca no solo cambia de técnico; redefine su identidad. Y con Jimmy al mando, el mensaje es claro: el futuro no se espera, se construye desde hoy.
Los primeros momentos de Jaime Lozano en Pachuca
En sus primeras horas como tuzo, Jaime "Jimmy" Lozano caminó por los pasillos de la Universidad del Fútbol con la serenidad de quien ya ha estado bajo presión y ha respondido con logros. Atrás quedaron sus días al frente del Tri, donde pasó de ser interino a héroe nacional tras alzar la Copa Oro. Antes de eso, se había colgado una medalla olímpica de bronce al cuello, una hazaña que no se veía desde hace décadas.
Pachuca, con fama de pensar más allá del torneo inmediato, le entrega las llaves del vestidor a un técnico que también entiende el fútbol como una forma de formación. Lozano no solo entrena, también educa, potencia, y crea ambientes de confianza. Esa cualidad parece hecha a la medida para un club que no teme apostar por la cantera y que sabe que los proyectos sólidos requieren algo más que resultados inmediatos.
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