América se quedó sin tetracampeonato y sin gol: primera final en la historia que no anotan

El silencio más doloroso no siempre se escucha en las gradas, a veces se instala en el marcador. Y eso fue exactamente lo que le pasó al América en la Liguilla del Clausura 2025: la pólvora se humedeció, la chispa ofensiva se apagó y, con ella, también murió la posibilidad de un histórico tetracampeonato.

El equipo de André Jardine, ese que parecía imparable durante más de un año futbolístico, se despidió del trono con una estadística tan gélida como sorprendente: en seis partidos de la Liguilla, no pudo marcar gol en cuatro. Cuatro duelos sin gritar un solo tanto. Cuatro capítulos en blanco para una historia que prometía grandeza.

Los cuatro juegos sin gol del América en la Liguilla

Todo comenzó con el 0-0 ante Pachuca en la ida de cuartos de final. Luego, el conjunto azulcrema mostró signos de recuperación al vencer 2-0 en la vuelta. En semifinales, sin embargo, el patrón de inconsistencias regresó: derrota 1-0 en la ida frente a Cruz Azul, y un 2-1 en la vuelta que apenas alcanzó para avanzar por posición en la tabla. Pero el golpe letal llegó en la final.

En la ida contra Toluca, América no fue capaz de abrir el marcador en el Estadio Ciudad de los Deportes. Un 0-0 que dejó todo en suspenso, pero también sembró dudas. La vuelta fue aún más cruel: el equipo cayó 2-0 en el Estadio Nemesio Diez sin mostrar respuestas ofensivas claras, sin generar el peligro que había sido su sello durante la era Jardine. El América no solo perdió el título: se despidió de su esencia.

¿Hace cuánto que América no anotaba gol en una serie de Liguilla?

Para dimensionar lo que ocurrió basta con revisar los archivos. La última vez que América se quedó sin marcar en los dos partidos de una serie de Liguilla fue en el lejano Apertura 2017, ante Cruz Azul. Pero nunca -sí, nunca en la historia moderna del club- se había quedado en ceros durante una final completa. Ni siquiera en sus derrotas más amargas. Esta fue la primera vez.

La derrota dolió más por lo que representaba. El América estaba a solo dos partidos de convertirse en leyenda con un tetracampeonato que ninguna otra institución ha logrado en torneos cortos. No se trataba solo de una copa más: era la posibilidad de cerrar una era dorada con letras de oro.

¿Cansancio? ¿Falta de variantes? ¿Una noche inspirada del rival? Las respuestas duelen, pero vendrán después. Por ahora, solo queda aceptar que el campeón se quedó sin voz. Porque en el fútbol, el gol también es un grito de identidad. Y esta vez, al América se le acabaron las palabras.