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La vida en el futbol no siempre se juega en la cancha. A veces, los goles que más duelen son los que se clavan en el corazón, y Jesús Orozco Chiquete lo sabe mejor que nadie. Hoy, mientras lucha por ganarse un lugar fijo en la defensa de Cruz Azul y mantener vivo el sueño de Liguilla, el zaguero tapatío no olvida esa herida reciente que le dejó Martín Anselmi, el técnico que lo pidió como refuerzo y que, apenas semanas después, hizo maletas rumbo a Europa.
Para Chiquete, llegar a La Máquina en este Clausura 2025 era un salto importante. Cruz Azul no solo representaba una vitrina, sino la oportunidad de trabajar bajo las órdenes de un entrenador al que ya había estudiado a distancia y al que muchos en el gremio describían como meticuloso, obsesivo y adelantado a su época. Sin embargo, ese plan apenas duró un suspiro.
La confesión de Jesús Orozco Chiquete sobre Martín Anselmi
"Fue duro, la neta. No me tocó mucho tiempo con él, pero lo poco que vi me hizo entender por qué todos hablaban de Anselmi. Uno como jugador quiere aprender, y él tenía esa chispa de los técnicos que te cambian la cabeza. Cuando se fue, sí me pegó", confesó Chiquete en charla con El RePortero.
La salida de Anselmi al Porto no solo fue abrupta; también dejó una estela de molestia entre los jugadores que lo veían como un líder en potencia. Chiquete entiende los sueños personales y las oportunidades que no se pueden rechazar, pero ite que las formas pesan. "Cada quien busca sus sueños, está bien. Pero sí te queda ese sabor amargo cuando alguien que apostó por ti se va tan rápido", reconoció.
La lucha por la titularidad de Orozco Chiquete en Cruz Azul
Hoy, el defensor pelea su lugar en una zaga celeste que ha encontrado solidez con Erik Lira, Willer Ditta y Gonzalo Piovi. La competencia ha sido dura, pero Chiquete no baja los brazos. Cada entrenamiento es un intento por ganarse no solo minutos, sino también respeto en un equipo que vive altibajos.
El destino, caprichoso como es, podría darle una revancha. Cruz Azul sigue en la pelea por meterse a Liguilla, y aunque el camino no ha sido fácil, Chiquete espera poder consolidarse en los momentos decisivos. Y quizá, en un futuro, reencontrarse en Europa con ese técnico que le dejó una marca en apenas unas semanas.
Por ahora, la lucha sigue. En la cancha se juega la Liguilla, pero en el corazón, Chiquete sigue peleando por cerrar ese capítulo inconcluso con nombre y apellido: Martín Anselmi.
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