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El Clásico Regio siempre promete drama, pasión y momentos para el recuerdo... pero esta vez, la historia no terminó con el silbatazo final. Tigres no solo le remontó a Monterrey en el último suspiro del partido, sino que, un día después, dejó caer un mensaje en redes sociales que encendió el debate: ¿fue una simple publicación conmemorativa o un troleo directo a Sergio Ramos?
Para entender este picante episodio, hay que regresar unos minutos al pasado reciente. El sábado por la noche, cuando todo apuntaba a que el duelo más pasional del norte terminaría en empate, apareció Nico Ibáñez como la heroína de un drama de último acto. Corría el minuto 94 con 15 segundos cuando el delantero felino remató al fondo de las redes, desatando la locura en el Volcán y dejando a Rayados con las manos vacías.
Hasta ahí, puro fútbol. Pero al día siguiente, la cuenta oficial de Tigres en redes sociales publicó una imagen que no necesitó palabras: Nico Ibáñez en el preciso instante de su remate, acompañada únicamente por el enigmático 94:15. Eso bastó para que las redes ardieran.
Sergio Ramos recibió una "sopa de su propio chocolate"
¿Y qué tiene que ver Sergio Ramos en todo esto? Muchísimo. Resulta que el legendario defensa español, ahora capitán de los Rayados, vive obsesionado con un número: el 93. Sí, ese minuto en el que en 2014 salvó al Real Madrid con un gol agónico ante el Atlético en la final de la Champions League. Tan importante es para él, que incluso eligió portar el dorsal 93 en Monterrey como homenaje a ese momento inmortal.
El problema para Ramos fue que, esta vez, el destino -y Tigres- decidieron escribir un guion similar, pero con distinto protagonista y un minuto más. Que la publicación destacara precisamente el 94:15 fue, para muchos, una forma elegante y encriptada de decirle a Sergio: "Aquí también sabemos de goles agónicos... y te lo hicimos a ti".
Lo irónico es que, a pesar de la derrota, Ramos había tenido una actuación sobresaliente, marcando de penalti con categoría frente a un Nahuel Guzmán que intentó de todo para desconcentrarlo. Pero ni su temple de hielo ni su experiencia mundialista evitaron que su equipo se fuera con las manos vacías... y con un recadito digital de los felinos.
¿Una burla a propósito de Tigres a Monterrey?
¿Troleo calculado o coincidencia con sabor a burla? Eso solo lo saben en la oficina de comunicación de Tigres. Lo que es un hecho es que el Clásico Regio volvió a demostrar que no se juega solo en la cancha... también en X, Instagram y donde haya oportunidad de picar al eterno rival.
Y en esta ocasión, el troleo fue tan fino que hasta el propio Sergio Ramos -dicen las malas lenguas- habría sonreído con resignación al verlo. Porque en el fútbol, como en la vida, a veces te toca salvar en el 93... y a veces, te clavan uno en el 94:15.
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