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Hay equipos que no desaparecen, solo duermen. Y en México, pocas instituciones llevan consigo la carga histórica y emocional que Atlante arrastra desde sus días dorados en la capital. Hoy, los Potros de Hierro vuelven a estar en boca de todos, no solo por su buen paso en la Liga de Expansión, sino porque un viejo coloso podría abrirles sus puertas: el Estadio Azteca.
Sí, ese mismo que fue testigo de dos finales mundialistas, de epopeyas azulcremas, cruzazulinas y necaxistas, y de tardes en las que los Potros tejieron parte de su leyenda. Emilio Escalante, CEO del club, confirmó que han recibido propuestas para regresar al Coloso de Santa Úrsula. "Lo analizaríamos en su momento", expresó. Y aunque suena a frase de cajón, el simple hecho de plantearlo hace vibrar la memoria de una afición que no olvida.
¿Cuándo volverá el ascenso y descenso en la Liga MX?
Pero el regreso al Azteca es apenas una pieza del rompecabezas. Atlante busca algo mucho más grande: volver a la Liga MX. En una época donde el ascenso y descenso son una utopía pospuesta, los azulgranas insisten en que el fútbol mexicano debe recuperar la esencia de la justicia deportiva. La meta apunta al 2026, año en que, se dice, la puerta del máximo circuito podría volver a abrirse para quienes se lo ganen en la cancha.
"Atlante es uno de los equipos que fundaron el futbol mexicano. No se concibe una primera división sin él", afirma Escalante. Y no le falta razón. Revivir esos duelos América-Atlante o Cruz Azul-Atlante no solo alimentaría la nostalgia, sino que devolvería al futbol nacional partidos con historia, con sabor a barrio y espíritu de llano.
Los avances del Atlante como institución
Y es precisamente ahí donde el Atlante quiere distinguirse. Mientras otros apuestan por plantillas de millones y fichajes mediáticos, los Potros miran al Ajusco. En sus nuevas instalaciones a 3200 metros de altura, el club planea reclutar talento local, chicos de ligas amateurs, de potreros, de esos a los que aún les brillan los ojos por ponerse una camiseta profesional.
El Centro de Alto Rendimiento, que estará listo en junio, es símbolo de ese proyecto: identidad, trabajo y arraigo. No es un club de billeteras gordas, sino de historia pesada. De 109 años de vida que ahora buscan su siguiente capítulo.
¿Volverá Atlante al Azteca? ¿Y a la Liga MX? El balón está rodando, y la nostalgia ya se sentó en primera fila.
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