Crecer, crecer y crecer. Para en un futuro, ganar, ganar y ganar. En eso está Yamaha y de esto trató su presentación en Kuala Lumpur (Malasia). Los japoneses fueron cuartos y penúltimos en el Mundial de Constructores de MotoGP en 2024, sólo delante de Honda y con Fabio Quartararo como 13º y Álex Rins, 18º, sin catar ningún podio. Sin embargo, se vieron progresos técnicos de la mano de Max Bartolini, ex mano de derecha de Gigi Dall’Igna en Ducati.
El siguiente paso fue lograr tener un equipo satélite, el Prima Pramac, que dejó Ducati como campeón con Jorge Martín para irse con ellos. Tener sus datos será de gran ayuda para mejorar.
Por eso, Yamaha hizo una presentación conjunta de dos conjuntos de MotoGP y de uno de Moto2, para dar la sensación de que todo está unido. Todo con un lema: ‘The blue shift’ (el movimiento azul).
Lo primero fue llamar al escenario a los jefes. Ya no está Lin Jarvis, que se jubiló. Takahiro Sumi, director general del departamento de carreras, fue claro. “Yamaha siempre ha estado implicado en las carreras. Siempre trabajamos duro para dar alegrías a los fans de todo el mundo. Después del triunfo en 2021, todo evolucionó y debimos innovar. La competición es alta y hay muchos retos. Si logramos tener una buena colaboración estaremos cerca del deseo de conseguir unos resultados. Lo hacemos para mejorar el desarrollo y tener más jóvenes pilotos. Así, 2025 será muy emocionante para Yamaha”, afirmaba.
El plan
El nipón explicó algo del plan. “Yamaha es de Japón, pero hemos entendido que es un mundo global y por eso hemos crecido en la relación con Yamaha Italia. Hemos unido las dos culturas para tener un conjunto común”, habló de su ‘aperturismo’.
El nuevo jefe es Paolo Pavesio, su nuevo director de Yamaha Racing. “Soy nuevo en el cargo, pero llevo 21 años en Yamaha Europa, más centrado en motocross y Superbike. Es un honor estar aquí. Fue una suerte tener cerca al principio a Lin Jarvis, para poder seguir su legado. Gracias por sus consejos. La estrategia es simple y complicada: queremos volver a la cabeza, el lugar al que Yamaha pertenece. Yamaha es un gran fabricante, de Japón, pero en lo que invertimos es en ser globales, como es MotoGP. Da igual de dónde seamos, lo importante es que somos Yamaha”, aseveraba.
El italiano habló de la colaboración con Prima Pramac. “Vimos que el ‘juego’ en MotoGP cambió. Debíamos tener cuatro pilotos de fábrica. Quisimos tener el mejor colaborador y Prima Pramac fue el mejor que conseguimos, queremos trabajar juntos y llegar a donde queremos”, añadió.
Otro nuevo en esto era Paolo Campinoti, que aterriza con los de los diapasones. “Para nosotros es un gran paso, estamos muy contentos con este cambio. Ya nos sentimos parte de un gran proyecto. Yo siempre he tenido mucha relación con Japón. Los italianos y los japoneses tienen mucho en común. Es como volver a casa”, proclamó.
El empresario dio su punto de vista. “Todo será igual en los dos equipos. No somos sólo un cliente, sino parte de la familia. En 2024 hicimos un gran trabajo y esperamos contribuir al progreso de Yamaha, para que el futuro sea brillante, como esperamos”, dijo. “Han tenido éxito en este ‘paddock’, confiamos ciegamente en ellos”, expuso Sumi.
Pavesio recordó su programa de cantera, el ‘Blue cru’. “Tiene ya diez años, pero éste es un día histórico, porque llevaremos esto al ‘paddock’, será el camino correcto para subir uno, dos, alguno, los que sean”, reveló respecto a su escuadra de Moto2. “Es una continuación de nuestra tradición del pasado, de hacer crecer talentos. Ya tuvimos a Bagnaia o Jorge Martín. Ahora, tendremos dos jóvenes que pueden estar arriba muy pronto”, corroboró Campinoti.
Sumi quiso resalta que se cumple el 70 aniversario de Yamaha. “Hay muchos retos. Hay muchos planes para las celebraciones, pero esto nos dará motivación para el futuro”, itió.
Equipo en Moto2
Alex de Angelis es el nuevo jefe del equipo de Moto2. “Es un gran paso para mí, por primera vez en este cargo. Intentaré dar algo de mi experiencia a los pilotos. Tony Arbolino ya ha luchado por el título, confío mucho en él”, decía respecto al joven italiano, que formará junto a Izan Guevara. Ambos descubrieron sus máquinas Boscoscuro, azules. Son los herederos del Yamaha Master Camp, con apoyo de la fábrica y gestión de Prima Pramac.
Arbolino hablaba de sus sensaciones. “Estoy muy orgulloso de dónde estoy ahora. Este nuevo proyecto es increíble para mí. Gracias a Paolo (Campinoti) y Gino (Borsoi), porque creyeron en mí. No sólo quiero participar en el Mundial, quiero ganar. Ellos hacer subir chicos jóvenes. También De Angelis será crucial para el equipo. No falta nada en este equipo, tenemos un gran nivel, hay que estar listos para todo para luchar por las posiciones de cabeza”, dijo. “Es un ‘feeling’ fantástico. Tengo muchas ganas de empezar, estoy muy contento, por supuesto. El año pasado fue díficil, pero pude mejorar y logré mi primer podio. Espero repetir en más circuitos. Necesito estar con los de arriba, estar con Tony me permitirá aprender y crecer”, afirmaba el balear.
Nueva era
Gino Borsoi explicó el cambio desde su posición, dado que es el jefe de equipo Prima Pramac Yamaha, su nuevo nombre. “Siempre hay que estar preparados. El invierno no fue fácil, pero somos parte de un gran proyecto. Ya nos sentimos parte de la familia de Yamaha y es lo que necesitábamos. Ojalá seamos la clave para un futuro mejor. Llevaremos nuestra mentalidad y nuestra información para devolverlo a sus resultados ‘normales’ del pasado. Es un placer y es momento de arrancar los motores y ser uno de los mejores equipos, como siempre”, expresó.
El antiguo piloto habló de sus competidores: Miguel Oliveira y Jack Miller. “Los dos tienen mucho talento y experiencia. Pueden ayudar a Yamaha a crecer, su conocimiento servirá para crecer en un corto periodo de tiempo”, lanzó.
Ellos descubrieron la nueva decoración: predominio del morado, de Prima, la aseguradora, unido al azul de Yamaha, con algo del rojo de Pramac y Motul. Eso más la ‘A’ de Alpine, su nuevo patrocinador. “Alpine es muy importante para nosotros, combina bien con nosotros, tendremos más visibilidad con la F1”, aseguraba Campinoti.
“Es fantástico, es una vuelta a casa, con Yamaha. Es el momento perfecto para volver a casa. El impulso de Yamaha es grande y hay hambre. Paolo es un líder fantástico y un amigo. Subirse a una M1 será divertido. Tener concesiones será crucial. MotoGP ahora mismo va a todo gas, hay que acortar los plazos con esta nueva moto”, aseveraba el australiano. “Es un nuevo reto, un hito en mi carrera ser piloto de Yamaha y voy con muchas ganas. Tenemos una gran mezcla de ingredientes para que todo salga bien. Veo el compromiso, empezaremos bien para acortar los plazos. Cuando más test tengamos, mejor para dar información para los siguientes pasos. No puedo dar objetivos reales todavía, espero contribuir a que la M1 vuelva a la cabeza”, exponía el portugués.
Faltaba el equipo oficial. Lo presentó Massimo Meregalli, el jefe de equipo. “Cada invierno es más corto, éste fue el más corto de la historia. Nunca paramos de trabajar. Quedé encantado al ver a todos trabajar juntos. Las expectativas son altas, pero a la vez somos realistas. El 2024 lo acabamos con mejoras visibles. Esperamos un paso más y seguir con esa tendencia. Será una ventaja trabajar con Prima Pramac. Por supuesto, compartiremos datos. Haremos el máximo de ‘wild card’ (invitaciones) que podemos, seis”, anunció.
‘Maio’ habló de colaboración más que de competencia: “Lo más importante es el objetivo de los dos equipos, queremos llevar a Yamaha a la victoria. Igual es un camino largo, pero hay que ir hacia eso. Es sólo el principio, pero veo esta relación como algo muy poderoso”.
La escudra oficial mantiene el patrocinio principal de Monster. Se vio en las motos que descubrieron Fabio Quartararo y Álex Rins. Por ello, el negro se mezclaba con el azul y el verde del logo de la compañía de bebidas energéticas. “Sentimos la responsabilidad, no la presión de ser importantes por ellos”, decía Pavesio.
El francés mostraba su ilusión. “Estoy muy orgulloso. Se ve bien, espero que sea rápida. Creo que lo que he aprendido en estos años es no tener expectativas, con ellas te pones más presión y no es lo correcto. No hay que mirar mucho al futuro y sí al presente. Tras varias carreras, veremos si podemos establecer unos objetivos”, indicaba. “Es una bestia, tenemos muchas cosas para probar. Está muy bien tener dos pilotos más, estoy muy emocionado. Dovi ya probó cosas hoy. Todos queremos ganar, pero la expectativa de todos es llevar esta moto de nuevo arriba, es la prioridad. Objetivo es sólo un palabra. Es un proceso de crecimiento y de eso se trata”, afirmaba el barcelonés.
Quedaban los técnicos. Kazuhiro Masuda, líder del proyecto de la M1. “El año pasado no pudimos luchar arriba, pero fue una oportunidad para centrarnos en crecer, cambiar. No fue fácil, pero cambiamos la forma de afrontar todo, con la filosofía japonesa y la de un italiano, con Max Bartolini. Intentamos mejorar la moto de 2025 con esta nueva mentalidad. Hay un nuevo chasis, basculante, aerodinámica... muchos elementos. Si funcionan bien, como espero, los rivales estarán más cerca. No sé cuánto, el circuito lo dirá. No es un camino fácil, el proceso no será de un día para otro, sino paso a paso hasta llegar donde pertenecemos”, aseguró. Tamburini dio su punto de vista y el trabajo en la moto de 2027. “Tenemos dos proyectos paralelos, la que se ve y la de un motor nuevo (V4). Elegiremos lo mejor de cada uno, no hay nada decidido. Con eso iremos a 2027, para estar listos. El proyecto está verde. Augusto Fernández hará seis carreras y veremos”, expresó antes de foto final con todos.
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