Guerra civil en Jaguar: "He sentido que mi propio equipo trabajaba contra mí"

Parece increíble que el Campeonato del Mundo de pilotos de Fórmula E no haya acabado en la sede de Jaguar. Primero, porque Nick Cassidy tenía una ventaja de 35 puntos (más de una carrera) a falta de cuatro y no ha sido capaz de rematarla, pero peor incluso fue la gestión del E-Prix final, el que decidía la corona.

El equipo británico se encontró en una situación ideal durante el inicio del último E-Prix del año, con Nick Cassidy y Mitch Evans primero y segundo y con la opción estratégica de controlar a Wehrlein (Porsche), líder del campeonato... pero obligado a quedar por delante de los dos kiwis para rematarlo.

Todo estalló cuando Cassidy activó su primer modo de ataque y, en lugar de retornar a la pista tras Evans para que su compañero pudiese hacer lo mismo y cubrirse de Wehrlein, se lanzó contra él y le forzó a mantenerse segundo.

Eso condicionó el resto de la carrera... de ambos. Porque Wehrlein fue capaz de meterse entre los dos Jaguar y neutralizar esa posible opción. Las radios de los dos neozelandeses echaron fuego... y eso no ayudó nada a calmar los ánimos, precisamente cuando se necesitaba cabeza fría ante un final de altísima tensión como el que se produjo ayer en Londres.

Evans no se cortó

La guerra civil era total entre los dos pilotos y con el equipo. Evans, como tercer clasificado de la prueba, se tuvo que 'comer el sapo' de acudir a la conferencia de Prensa... donde no se cortó en absoluto.

"Me gustaría alegrarme por el triunfo en el campeonato de equipos, pero creo que nos hemos eliminado nosotros mismos del juego este fin de semana". Primera bomba delante de toda la prensa mundial... y con su jefe, James Barclay, tres sillas a su izquierda.

Evans, cariacontecido, no tenía ninguna gana de hablar, pero sí de dejar sus mensajes clave. El segundo tampoco fue amable: "Me han sorprendido algunas decisiones de mi equipo contra mi... tendremos que hablar de ello más adelante". Una acusación que desarrolló brevemente en su tercera y última intervención.

"He sentido que mi propio equipo estaba trabajando contra mi en algún momento... y eso no es bonito". Evans, al que ya se le escapó entre los dedos el Mundial del año pasado (también con episodios de fuego amigo en Jaguar que no ayudaron), estaba especialmente sensibilizado por ese recuerdo: "Este título era el más factible y, de hecho, estaba siendo mío durante algún momento". Efectivamente, llegó a ser suyo, llegó a ser de Cassidy... pero ha acabado en el salón de la casa de Pascal Wehrlein.

Y todo ello, cuando Jaguar acababa de conseguir su primer título mundial: el Campeonato de Equipos....