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Tras insistirle en Imola si la manejabilidad del AMR25, sobre todo en curva media y lenta, Alonso aseguraba que "el coche sigue siendo muy difícil de conducir, pero creo que también lo es para muchos de nuestros rivales". Tras bajarse del coche este viernes en Mónaco y haber firmado un séptimo, el español concede por primera vez en mucho tiempo que llega algo más de confianza en el comportamiento del AMR25 y en un trazado en el que es lo único que permite avanzar.
Preguntado por si la parte delantera del coche es ahora mejor y sus sensaciones, Fernando respondía: "Sí, creo que el equilibrio estuvo bien, definitivamente mejor en la FP2 que en la FP1. Hicimos algunos cambios en la configuración y revisaremos los datos para ver si esa dirección es la correcta en términos de rendimiento. Así que, con suerte, mañana podremos avanzar un paso más", afirmaba Fernando, al que se le nota más optimista que en el inicio del año.
El tráfico, la gran preocupación
Y sobre ese incidente con los Ferrari, a los que levantó el puño en Tabac, Fernando habló de las dificultades añadidas de esta pista. "Creo que el tráfico será el tema principal para mañana. Sabemos que con estos coches es bastante difícil que quepan dos en pista y si los libres son diferentes a la clasificación, esperemos que mañana se aplique un enfoque más severo en cuanto a las penalizaciones. Si no, será difícil, pero es igual para todos. Así que hay que tener suerte en la clasificación, y una vuelta limpia siempre ayuda a progresar en la Q1 y la Q2", vaticinaba Alonso.
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