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Ignacio Capella (8-2 en récord de MMA PRO) atiende la llamada de MARCA desde el Colegio Paluzié, en Catarroja. No es su primer día allí. Junto con unos compañeros y amigos de Menorca, puso rumbo en cuanto pudo a la Comunidad Valenciana para ayudar en todo lo posible. Es en estos momentos tan complicados cuando las artes marciales mixtas españolas y sus peleadores han dado un paso al frente para dar una lección de humanidad y solidaridad. Si hace unos días veíamos a Dani Bárez, peleador en UFC… en las últimas horas también estuvo Aleksandre Topuria prestando toda la ayuda posible junto con su equipo o Abdellah Er-Ramy.
“Fue muy espontáneo. Estaba tomando una cerveza con mi amigo, él me dijo que quería venir, le dije que yo también, que ya me ocuparía de compaginarlo con el trabajo como fuera. Él lleva todo el tema de instalaciones, fontanería, electricidad… yo no tengo ni idea, pero bueno, aquí estamos pelando cables, ayudando en lo que sea, transportando cosas…”, cuenta a MARCA Capella. Con él han llegado a Valencia Jose Sánchez, Albert Sánchez, Rafael Arenas y Jonathan Cutillas, junto con la empresa Grup Atomic Menorca.
Él lleva todo el tema de instalaciones, fontanería, electricidad… yo no tengo ni idea, pero bueno, aquí estamos pelando cables, ayudando en lo que sea, transportando cosas…
Capella, que además de pelear en PLF (una de las compañías más importantes del mundo) es ingeniero industrial (se graduó después de pasar por la Academia General Militar), lleva muchos años ayudando a los demás. Es la base de su proyecto ‘Seeds of Respect’ (Semillas de Respeto), donde utiliza la realidad virtual para ayudar a las víctimas de acoso o ‘bullying’ y de violencia de género. Por eso no dudó un segundo en acudir a Valencia.
“Los dos primeros días fueron increíbles. Estuvimos en el Ayuntamiento de Picaña muy bien organizados, teníamos todo el material y dimos luz a unas 170 viviendas”, explica Capella mientras se desplaza por el Colegio Paluzié, donde les han pedido más ayuda. “Los cuadros eléctricos de muchas viviendas estaban en los sótanos. Se han mojado y quedado en desuso. Lo que hacíamos era un empalme para coger electricidad de fuera, y al menos que tuvieran algo provisional”.
Los dos primeros días fueron increíbles. Estuvimos en el Ayuntamiento de Picaña muy bien organizados, teníamos todo el material y dimos luz a unas 170 viviendas
Ignacio, sin embargo, entrega el mérito a sus compañeros. “A mí me enseñaban cómo funcionan las centrales, cómo funcionaba la trifásica, monofásica… pero aquí… esta gente se está enganchando directos a la red, jugándose la vida, haciendo empalmes directos… tienes que saber. Se han estado jugando el pescuezo aquí”, relata.
Esta gente se está enganchando directos a la red, jugándose la vida, haciendo empalmes directos… tienes que saber. Se han estado jugando el pescuezo aquí
Hace falta material y maquinaria pesada
La situación, más de una semana después, sigue siendo muy complicada. Cuenta Capella que le ha conmovido ver a gente de tantos rincones de España reunidos en un mismo sitio y ayudando por una misma causa… pero también pide a la gente que “no se olvide” de los afectados “cuando pasen tres meses”. “La gente va a tardar mucho en recuperar sus negocios, sus vidas…”, ite. “Esto es un desastre”.
Su labor, por ahora, no frena. Siguen ayudando en lo que haga falta: “Nosotros intentamos ar con alguien del ayuntamiento directamente, con el ingeniero, alguno de los técnicos… que nos digan zonas afectadas sin luz. A partir de ahí les pedimos material. Y lo que hacemos es montar esos nuevos diferenciales y térmicos, y engancharnos a la luz. Es algo provisional. Luego ya vendrá todo el trabajo de volver a hacer las instalaciones al completo. Lo importante es que haya una buena organización con el ayuntamiento. Esto está siendo complicado porque están desbordados. Es gente que no está preparada para la catástrofe. Entonces pues tienen que coordinar muchas cosas. En nuestro caso, por ejemplo, pues tienen que decir muy claro dónde tenemos que ir a actuar y darnos ese material, porque a nosotros ya se nos ha terminado todo”.
Y lo que hacemos es montar esos nuevos diferenciales y térmicos, y engancharnos a la luz. Es algo provisional. Luego ya vendrá todo el trabajo de volver a hacer las instalaciones al completo
Antes de colgar para volver al trabajo, Ignacio Capella quiere mandar un mensaje. Dejar claro qué hace falta en las zonas más afectadas: “Lo que más hace falta ahora es maquinaria pesada, maquinaria pesada para mover todos los escombros. Piensa que todas las plantas bajas, todo lo que tenían dentro, está tirado en la calle. Necesitamos maquinaria pesada para sacar todo eso y mover todos los coches. Están todos apelotonados uno encima del otro. Nosotros ahora por ejemplo, estamos haciendo una recolecta en Menorca para comprar una grúa: por 9.000 euros la hemos sacado, y la traemos en barco hasta aquí”.
Lo que más hace falta ahora es maquinaria pesada, maquinaria pesada para mover todos los escombros
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