Los Juegos Olímpicos de París 2024 podrían ser históricos para uno de los deportes estrella de Brasil, aunque desde el punto de vista negativo. La selección carioca de voleibol masculino está caminando por la cuerda floja y una de las personas que podrían hacer que terminara cayendo es Fernando Muñoz. Un entrenador con una amplia trayectoria que se salió de uno de los decanos de nuestro vóley, el Unicaja Costa de Almería y que tras dirigir a España durante ocho años y compaginarlo en el Ziraat Bankasi de Ankara y Olympiacos, podría estar ante esta hazaña difícil de superar.
Que esa presión que de caer eliminados en fase de grupos 48 años después pues nos ayude a que no juega a su nivel
En busca de un hito 48 años después
A sus 54 años, Fernando Muñoz aceptó el reto de llevar a Egipto en la difícil misión de plantar guerra en los Juegos Olímpicos. Y no le tocó un grupo sencillo. Tres potencias del voleibol masculino en su propio grupo que han hecho que lleven dos derrotas en dos partidos. Primero ante Polonia (3-0), después ante Italia (3-0). Aunque lo bonito del deporte es la posibilidad de redimirte. La redención. Tratar de hacer algo grande. Y eso pueden hacerlo ante Brasil. Este viernes se enfrentará ante uno de los países que son la cuna del voleibol, una selección a la que podrían dejar fuera de la fase de grupos de unos Juegos Olímpicos, 48 años después.
Y lo ha hecho casi por sorpresa, porque ite que han llegado cuatro años antes de lo previsto: "Nuestra selección es joven y está más pensada para Los Ángeles 2028 que para París 2024. Tenemos jugadores más expertos para dar un poquito de estabilidad al grupo y es la primera vez que se están enfrentando a Polonia, Italia, Brasil..." Y aunque hayan conseguido estar en París y aunque parezca complicado, creen que existe un resquicio para intentarlo porque esto es el deporte: "Estamos lejos del nivel suyo, pero es un partido, es deporte, es intentar buscar nuestro partido y que Brasil, pues tenga un mal día. Que esa presión que de caer eliminados en fase de grupos 48 años después pues nos ayude a que no juega a su nivel.
El espíritu olímpico
Un partido que la clave pasará por el carácter que tiene esta generación de jugadores: "El jugador egipcio es luchador, trabajador, peleón, agresivo en la pista". Un carácter que ha aparecido en forma de destellos ante dos potencias mundiales como Polonia e Italia y que buscarán con ahínco ante Brasil: "Jugar a nuestro nivel. Una de las cosas que tienen que romper los jugadores inexpertos es que la manera de ser competitivo contra estos equipos es jugar a tu nivel y si ellos juegan mejor que tu, aceptarlo, pero no intentar hacer algo especial en partidos así porque ese no es el rendimiento que nos dará el poder tener la posibilidad de ser competitivos o de ganar", asevera.
Y de hecho, Fernando Muñoz tiene claro el motivo por el que están allí: "Es el espíritu olímpico. Al final, que clasifique una selección de cada continente, siempre ha dado la posibilidad de que Egipto en la mayoría de los casos o Túnez estuvieran en los Juegos Olímpicos", confirma.
Teniendo los Juegos Olímpicos era imposible decir que no
La irrechazable llamada de Egipto
Quizás lo más curioso de esta situación es cómo llega un entrenador de voleibol español a dirigir el combinado nacional de Egipto. Una historia que explica el técnico que lleva más de dos décadas dirigiendo equipos de primer nivel: "Firmé en el Al Ahly, que es un equipo de El Cairo, se me ofreció la posibilidad de trabajar, probablemente, en el equipo más importante de todo Egipto, incluso de África. Venían de no ganar la Liga y la Copa durante los dos años anteriores, entonces estaban en un momento crítico para ellos. Buscaban recuperar una hegemonía que habían tenido habitualmente y la temporada fue prácticamente perfecta. No perdimos ningún partido. Ganamos las cuatro competiciones. Llegaron la Supercopa, la Liga, la Copa y el Campeonato Africano que nos va a dar la posibilidad de jugar el Mundial de Clubes en diciembre", empieza contando uno de los motivos. Aunque no fue el único.
La otra pata de este asunto surgió en 2022: "Hace dos años ya tuve conversaciones con la Federación Egipcia que no llegaron a concretarse para ser seleccionador", empieza diciendo. "En abril la selección necesitaba un seleccionador para este periodo. Entonces, viendo como venía trabajando el equipo y como había rendido, pues me ofrecieron la posibilidad de trabajar con la selección. Y claro, teniendo los Juegos Olímpicos era imposible decir que no", una coincidencia fruto del trabajo y los buenos resultados.
Un sueño que le gustaría cumplir... ¿con España?
Al ser preguntado por las razones de la nula presencia de España, que en toda su historia solo se han clasificado una vez a los Juegos Olímpicos por méritos deportivos -Sydney 2000-, el técnico argumentaba los principales motivos: "Europa tiene el nivel más alto de voleibol de cualquier continente. Tenemos que ver sólo la cantidad de equipos europeos que han clasificado por ranking o directamente y los equipos que se han quedado fuera. Entonces, el primer hándicap que tiene España es que es el continente que más nivel tiene en voleibol.
El otro motivo, el proyecto: "Algo que hacen muchísimos países y que la gente que no sigue el voleibol durante muchos años que habla de Alemania, Eslovenia, Japón... cómo están rindiendo, cómo están trabajando... No hace falta hablar de los americanos porque es un clásico en los Juegos Olímpicos cómo trabajan en el largo plazo, pero, al final, todas esas selecciones que ahora están emergiendo y que están llamando la atención, han empezado a trabajar estos Juegos Olímpicos hace cinco o seis años. No lo han empezado el mes pasado para clasificar. Esa la perspectiva del tiempo que hay que tener." Y apostilla: "Creo que el material humano lo tenemos porque lo demostramos en todos los deportes de equipo. Prácticamente están aquí todos los deportes de equipo españoles. Tenemos que tener la perspectiva del largo plazo, invertir en ese largo plazo y dar continuidad al margen de los resultados que surjan en el corto plazo para que podamos tenerlos en el largo."
Aunque ahora está centrado en su próximo gran reto: ser el verdugo de Brasil tras 48 años pasando siempre de fase de grupos. Y eso que sabe que será complicado: "Somos conscientes del nivel de Brasil. No solo es Lucarelli, es Leal, Bruninho, Fernando... Tienen jugadores de un nivel altísimo, de una experiencia contrastada, jugando de las mejores ligas del mundo. Sabemos del nivel que nos vamos a enfrentar, pero bueno nuestra responsabilidad es hacerlo lo mejor posible". Un partido que ocurra lo que ocurra, para él ya es una recompensa a una extensa trayectoria: "Al margen de los resultados, de lo que ocurra, el tener la posibilidad de estar también en estos Juegos Olímpicos es algo inolvidable. Para mí es el reconocimiento a toda una vida dedicada al voleibol y tener esta posibilidad de de estar aquí como primer entrenador, aunque sea con Egipto, por desgracia... pero poder estar aquí", concluye con cierto anhelo de poder, un día, estar con España.
Comentarios