El nadador Zhanle Pan sorprendió a todos en la prueba de 100 metros libres con una impresionante medalla de oro y un tiempo increíble, que le sirvió para establecer un nuevo récord mundial. 46,40 segundos tardó el chino en llegar, pero su marca está siendo puesta en duda por el escándalo de dopaje que salió en el país asiático hace varios meses.
El pasado mes de abril se descubrió que 23 nadadores dieron positivo en sustancias incompatibles con la máxima competición y que, aunque la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) estaba al tanto, más de la mitad de ellos pudieron participar en Tokio. El resultado, seis medallas, siendo cuatro de ellas oro. China lo justificó por contaminación alimenticia, algo que la WADA aceptó pese a que no se presentaron pruebas.
No obstante, Pan no figuraba entre ellos y asegura que ha sido controlado muy de cerca en los últimos tiempos y que nunca ha dado positivo. El nadador pulverizó su propio récord, bajándolo en cuatro décimas con respecto a su tiempo de febrero, algo que para el entrenador australiano y exolímpico Brett Hawke, es "humanamente imposible".
El nadador compitió y en los Juegos de Sydney y Atenas, además, se considera un experto en la materia y con autoridad para hablar de ello: "Los he estudiado desde hace treinta años, he estudiado ese deporte, la velocidad...no es real".
El entrenador alegó que es imposible bajar tanto un récord en tan poco tiempo y que ganó la carrera con una inusual autoridad. "No puedes ganar a tal pelotón de esa forma, con un cuerpo de ventaja. Son los mejores de la historia. Es humanamente imposible", aseguró, enfadado, Hawke a través de Instagram.
Su rival confía en él
En primera posición quedó Pan, pero en segunda llegó el nadador entrenado por Hawke, Kyle Chambers. El australiano aseguró estar convencido de que su competidor estuvo limpio para la prueba. "Tengo confianza en él, creo que ha hecho todo lo que podía para estar ahí y que merece esa medalla de oro", ha declarado Chambers.
Zhanle le sacó casi un segundo a Kyle, que solamente llegó una centésima antes que el tercero. Una auténtica barbaridad, pero que no mueve a Chambers de su convicción: "Hice todo lo posible para ganar esa carrera, y creo que todos hicieron lo mismo permaneciendo fieles a la integridad del deporte".
Aun así, la sombra del dopaje sigue sobrevolando al equipo chino, cuyos logros serán investigados fuertemente a partir de ahora.
