Fran Garrigós en el combate de semifinalesEFE
La cuenta de todos los analistas olímpicos sitúa a España por encima de los resultados de Barcelona 92, no por sensaciones, sino por datos. Fran Garrigós atrapó el bronce y silenció la coletilla que ha resonado como una pesadilla en la cabeza de los que le precedieron y que se quedaron a un paso. Desde Sidney 2000, el palmarés de un deporte que alimentó el vivero español durante finales de l
os 90 se había congelado. El de Móstoles fue a tirar el muro con el que habían chocado gente de gran talento como Kenji Uematsu, Oscar Peñas... y así hasta nueve veces.
Garrigós, Pinchito, valida a dos figuras sin foco del deporte español. El primero es Quino, el nombre que
cualquier persona que se ponga un yudogi conoce como los futbolistas saben quién fue Gento. El segundo es Pablo del Río, con el que el joven lleva trabajando nueve años. Es su psicólogo y el que le ha ayudado a recorrer uno de los cursos más complicados que existen en el deporte: seguir siendo brillante cuando has tenido una carrera junior brillante. Y Garrigós llegó a ser campeón del mundo junior.
La puerta ya ha caído. En la era reciente se ha repetido muchas veces la conquista de una medalla el primer día
, pero luego no tuvo continuidad salvo con Pirri en esgrima en 2008. Lo más interesante de todo es que el abanico de España es más grande que nunca. Y como se animen los judokas...
Contenido EXCLUSIVO y GRATUITO para socios
¿Ya tienes cuenta?
- Contenido exclusivo
- Sorteos y experiencias exclusivas
- Videoanálisis de jornadas
- Newsletters temáticas
Quiero seguir leyendo GRATIS