Cuando la temporada acabó, Sergio Gómez se tomó unos días de vacaciones en París junto su sus compañeros Miranda, Abel, Guillamón y alguno de sus familiares. Lo que el fútbol unió, que no lo separe el hombre.
El plan era perfecto: se iban a disfrutar de Roland Garros todos juntos. Pero una llamada lo cambió todo. Tristemente, su madre lo llamó para decirle que su abuelo Victoriano había fallecido. Sergio, que estaba con su hermano Rubén, se quedó helado. Victoriano era uno de sus mayores fans y sobre su cuello han colgado todas las medallas que el jugador ha ido logrando. La de la foto que ilustra este texto, por ejemplo, corresponde al campeonato de Europa sub17 que 'Los Piratas' ganaron a Inglaterra.
Sergio Gómez (derecha) junto a su abuelo Victoriano y su hermano Rubén con la medalla de campeón del Europeo sub17.
Dos meses después de aquel fatídico día, Sergio vuelve a estar en París para intentar cumplir un sueño. No podrá abrazar a su abuelo, pero tendrá la suerte de sentir su aliento en el corazón. Dedicarle el oro olímpico a Victoriano sería el mejor homenaje posible.
