Rafa Lozano Jr. se marcha de París con más experiencia, con mucho aprendizaje y con un inmenso dolor. El púgil español cayó eliminado en los cuartos de final ante el dominicano Junior Alcántara en un combate muy ajustado donde los jueces se decantaron por su rival en una controvertida decisión. "Yo no me he visto perdedor, no he sentido que haya perdido. El primer asalto sí, pero el segundo y el tercero no. La verdad es que no sé que han valorado los árbitros. No justifico la derrota, así que sólo queda mirar mis fallos y mejorar", explicó.
Un asalto claro y dos polémicos
La decisión de los jueces dará que hablar. El 'Balín' compareció en el primer asalto siendo muy conservador. Optó por boxear al contra golpe con la mano adelantada, pero no obtuvo el resultado que quería y, pese a que su contrincante no hizo grandes méritos, acabó llevándose el primer asalto 3-2.
El segundo asalto ha sido claro de Rafa y lo han puntuado en contra
Rafa tenía que remontar y el dominicano empezó el juego psicológico. Un juego rápido de piernas, un golpe que no conecta en la cara de Rafa y la mano arriba para festejar un punto que no había llegado. "Cuando estás en el ring, si yo te conecto y alzo la mano, automáticamente tú sabes que yo tengo un punto arriba y tú tienes que ir a recuperar ese punto. Rafa es muy bueno y muy técnico. Tenemos un estilo similar, así que el que se desespera a tirar golpes pierde", reflexionaba Alcántara tras el combate.
La igualdad era máxima, pero el dominicano volvió a ganar. No quedaban muchas opciones y Rafa fue a por ellas, pero no era su día y acabó perdiendo y rompiendo a llorar. Por rabia, por pena y por frustración. Él se sentía ganador y su padre también lo vio mejor que al rival en dos últimos asaltos: "El segundo asalto ha sido claro de Rafa y lo han puntuado en contra. En el tercero, el dominicano sólo se ha dedicado a moverse y esto no lo gana quien más defienda, sino quien más conecte. Yo creía que era 4-1, pero a favor, no en contra", lamentaba.
Sólo mi padre y yo sabemos lo que he pasado para llegar aquí
Un abrazo de padre a hijo
Tras la pelea, los Lozano dejaron de ser entrenador y púgil para volver a ser padre e hijo. Juntos se fundieron en un abrazo eterno mientras el 'Balín' no dejaba de derramar lágrimas. De hecho, su comparecencia ante la prensa se retrasó para que que el joven peleador pudiera darse una tregua con la angustia. "Mi padre me ha dicho que está muy orgulloso de mí por ver hasta dónde he llegado después de todo lo que he pasado. Sólo él sabe lo que hay detrás porque lo hemos pasado juntos", lamentaba Lozano Jr.