Como hay que perder un grande antes que ganarlo, como el deporte es talento, aunque también experiencia y más en deportes como el golf que es un juego truculento para la mente, Julia López, 22 años, malagueña de Benhavis, el pueblo con mayor renta per cápita de Andalucía, vivió un doctorado en el US Open, en el que acabó decimonovena, a 8 golpes de la ganadora, la sueca Maja Stark.
López, la número 1 del mundo amateur el año pasado, tan buena que se saltó el último curso de Económicas en la Universidad de Mississippi para hacerse profesional, experimentó la aventura de un domingo de grande, cuando la adrenalina es el palo decimoquinto, los hoyos se ven como vasos capilares y los greenes, como los de Erin Hills (Wisconsin) están tan duros como el cemento. Tanto que se vieron putts que acabaron en el bunker.
La española, otra confirmación de la generación de golfistas que este país ha concentrado para dibujar un futuro fabuloso en los próximos 10 años, se presentó en la sociedad mundial. En Estados Unidos -sólo había jugado dos British y como amateur- ya conocen la potencia de sus golpes, como ninguna otra golfista en el momento. Ha sido capaz de jugar esta semana 11 drivers por encima de la barrera de 300 yardas, una distancia que en el PGA Tour no hay 100 hombres que de media la rebasan. No sólo destaca por eso. Tiene arte en las manos alrededor de green. Por lo menos desde el bunker.
Julia fue tratada con crudeza en la jornada final en la que tiró 79 golpes. Salió en seis bajo par, a un golpe de Stark, la campeona de 25 años que sumó su primer grande. Está el golf femenino tan desgobernado que los últimos 11 Majors los han ganado 11 mujeres distintas, con la excitación que produce la incertidumbre en el deporte. Donde la sueca fue construyendo su éxito -Nelly Korda no fue una rival real nunca-, López fue acumulando errores.
No hizo birdie en el hoyo 1 (par 5) y encadenó dos bogeys seguidos. Y otros dos en el 7 y el 8, sólo mitigados por un birdie en el 5, en el único putt de cierta distancia que le entró a la española. Después de 13 hoyos estaba cuatro sobre par en el día, el peor tanteo de las 20 primeras jugadoras. En el hoyo final, un par 5, falló el segundo golpe y fue el origen de una pesadilla que se tradujo en un triple bogey.
López terminó fuera del top 10, que daba derecho para la siguiente edición . Es una golfista formidable y moderna. Como Carla Bernat, la ganadora del Masters femenino, tiene un tren inferior desarrollado, nada común en generaciones anteriores, salvo Carlota Ciganda, y que son la clave biomecánica para swings tan veloces. No ganó. Sus prestaciones fueron menores de las que deseaba. Pero ver a una golfista española ganar un grande ha dejado de ser un milagro. La navarra ya no está sola. Llega una promoción de oro. Incluyendo a Carolina López-Chacarra, Cayetana Fernández.... Esto parece Corea.
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