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Querido Valeriano: No voy a perder el optimismo en 10 jornadas porque el Real Zaragoza continúa en una situación envidiable. Ya no es líder, es quinto, pero se encuentra en la lucha que debe estar: pelear por ascender. Otra cosa son las sensaciones que va dejando el equipo de Fran Escribá en las últimas semanas. Este Real Zaragoza puede jugar mucho mejor de lo que lo está haciendo y por ese motivo creo que todos le estamos exigiendo más.
Lo cierto es que en casi nada se parece al conjunto que tanto nos gustó en las primeras jornadas. Intenso, presionante, solidario, atrevido e imprevisible. Cuando lo veo en los últimos partidos pienso que ha perdido la alegría con la que jugaba al principio. Y eso es muy peligroso. En la mano de Escribá está encontrar soluciones.
Quizás los continuos cambios en los onces tampoco están ayudando a que algunos futbolistas recuperen su mejor versión. Siempre he elogiado el criterio del entrenador zaragocista y su sentido común desde que llegó, pero últimamente se me hace complicado entenderle.
Escribá y un equipo a la carta
Es verdad que en este curso el Real Zaragoza cuenta con una plantilla que tiene un gran fondo de armario, pero en muchas ocasiones creo que no está siendo capaz de sacarle el mejor rendimiento a algunos jugadores por el estilo de juego que ha impuesto en el último mes y medio. Siempre he dicho que es el técnico el que debe adaptarse a los futbolistas que tiene y no al revés. Sin embargo, llama la atención que este año Escribá y Cordero han fichado todo primeras opciones del mercado y tenían claro lo que traían para jugar de una determinada manera.
Vuelvo a repetir que por resultados, poco o nada se le puede achacar a este Real Zaragoza. Está arriba. Pero reitero también que para mantenerse y seguir en esa lucha, el equipo tendrá que dar un paso adelante y mejorar mucho su juego. Ahora el calendario medirá de nuevo sus fuerzas con dos rivales directos: Sporting y Eibar. Ojalá recupere las buenas sensaciones y la alegría.
Un abrazo maestro.