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Decía Gabi Fernández, tras su debut contra el Córdoba, que iban a trabajar mucho más la estrategia a partir de ese momento. Y los datos así lo están confirmando. De los siete goles que han marcado con el madrileño en el banquillo, cinco han llegado a balón parado.
Los maños anotaron de penalti contra los andaluces por medio de Mario Soberón y después han logrado cuatro en un saque de esquina. Jair frente al Mirandés, el meta Poussin contra el Eibar, Soberón otra vez ante el Levante y Kervin Arriaga en la pasada jornada en el derbi aragonés con el Huesca.
Gabi ha convertido la estrategia en una fortaleza en una categoría donde es clave para decidir los encuentros. Gracias a ello han rescatado cuatro puntos que le permite estar dos por encima del descenso. En contra ha recibido cuatro pero dos han sido de penalti.
El lado negativo
La visión negativa de este aspecto es que solo dos dianas han llegado tras jugadas del equipo: el primer gol de Jair ante el Eibar y el cabezazo de Pau Sans en el Ciutat de Valencia para maquillar el resultado ante el Levante. Al Real Zaragoza se le hace de noche cuando tiene que elaborar jugadas en ataque y perforar la portería rival y es lo que Gabi tiene que intentar mejorar con sus jugadores en este tramo final de temporada.
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