- LaLiga Hypermotion. Un minuto mágico salva al Zaragoza y ahoga al Tenerife
La afición del Real Zaragoza ya no puede más. Después de 12 temporadas en Segunda, y camino de la decimotercera, La Romareda ya no tiene paciencia. Su apoyo incondicional durante todos estos años no ha servido para nada. Lejos de ver una mejoría, el club continúa haciendo las cosas rematadamente mal en el terreno deportivo y eso se refleja en el césped. Por eso, el zaragocismo ha dicho basta.
Anoche, solo el empate tras un minuto mágico evitó una pañolada al final del encuentro. Al descanso ya se vieron algunos pañuelos y durante la primera mitad, tras ver a su equipo dominado por el colista tanto en el marcador como en el juego, ya comenzó con los pitos, pero todo aumentó en la segunda mitad. Primero cantó contra los jugadores pidiendo que le echen más ganas, hablando bien.
Después, tras el cambio de Aketxe en lugar de quitar uno de los cinco defensas, el público pidió la dimisión de Miguel Ángel Ramírez, en su debut en casa, y en su segundo partido al frente del Real Zaragoza. Algo insólito. Posteriormente, con el 0-2, La Romareda gritó en contra de la directiva, pidiendo también su dimisión. Es el foco real donde deben dirigir sus protestas.
Y es que, el problema en el césped y banquillo es solo la consecuencia de un trabajo mal hecho en los despachos. Desde su llegada hace dos años y medio, a los nuevos dueños y dirigentes, a nivel económico no hay nada que reprocharles, pero de nada sirve bajar la deuda si deportivamente todas las decisiones han sido un desastre. El zaragocismo exige cambios arriba y si no se producen, la actual propiedad acabará siendo devorada por el ambiente y los malos resultados como le pasó a Fundación.
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