La temporada 2024-25 será la más discreta de la carrera de José Luis Gayá. Las lesiones le van a impedir disputar más de 25 partidos -si juega todo hasta el final sumará 24-, su cifra más baja desde la 2014-15. Y sin embargo acabará muy satisfecho cuando el equipo logre el objetivo de la salvación, si es que no le da tiempo a pelear por algo más. Gayá se incorporó más tarde a la dinámica competitiva una vez empezado el curso, tras ser operado en mayo pasado de una complicada lesión muscular. Regresó a las convocatorias a finales de octubre, pero volvió a lesionarse en diciembre. De hecho, Corberán no pudo contar con él hasta el último partido de la primera vuelta, ante el Sevilla.
El entrenador de Cheste quiso sumar al futbolista sus primeras sesiones en la ciudad deportiva de Paterna, aunque no estuviera en la dinámica de grupo porque sabía que iba a ser una pieza fundamental tácticamente y desde el punto de vista del liderazgo en el vestuario.
Desde que se recuperó de esta lesión ha jugado 11 de los 12 partidos de la segunda vuelta (se perdió el del Bernabéu por sanción) en los que el Valencia ha ido construyendo su remontada. En el último encuentro ante el Sevilla en Mestalla, el lateral de Pedreguer igualó a Saura y Cañizares con 305 partidos de Liga con el Valencia. En ese encuentro, además, disputó su partido oficial 370 como jugador blanquinegro y puede superar antes de que acabe el curso a Arroyo (373 partidos oficiales con el Valencia) y Claramunt (375). No es una cifra que obsesione al jugador, aunque sabe que tendrá otra perspectiva cuando pueda echar la vista atrás: “No voy mirando los partidos que voy sumando. Solo trato de ayudar al equipo. Voy superando a jugadores que han marcado una época aquí, no lo pienso en el momento, pero cuando deje de jugar le daré valora a mi carrera. Tengo 29 años y me queda mucho por delante”, explicaba recientemente.
Corberán siempre ha puesto como ejemplo al capitán del Valencia. Lo hizo desde que lo pudo alinear por primera vez. En el partido de su vuelta tras lesión en enero -ante el Sevilla- el futbolista recibió un pisotón en el pie que le abrió una profunda brecha en el empeine: “Después de ver cómo quedó el pie uno se pregunta cómo pudo seguir compitiendo y al nivel que estuvo por el impacto, que necesitó de puntos y tuvo que salir con muletas”, explicaba Corberán, que fue el primero en darle ánimos tras quedarse fuera de la lista del seleccionador Luis de la Fuente en el mes de marzo: “Valoramos lo importante que es José [Gayà] para nuestro equipo, lo que significa nuestro capitán y lo fundamental que es, que esté con nosotros es la mayor ilusión”.
Comentarios