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El Valencia vive momentos de gran incertidumbre en todos sus regímenes. El deportivo, el social, el institucional, el económico... puede sonar a ocaso, pero es la realidad. Los resultados son una consecuencia de lo que sucede y va acumulándose con el paso de los años hasta haber llegado a un punto de máxima tensión en la que lo principal, que el balón entre en la red, ya no lo hace. Y se viven momentos de tensión.
Hoy en día, las transacciones de clubes están más a la orden del día... En el caso del Valencia, la propiedad se mantiene en sus trece de que no hay una orden de venta. Ahora bien, en el fútbol actual, tal y como se mueve ese negocio, una operación de dicho calado suele salir a la luz cuando ya está todo perfilado y prácticamente cerrado. Así se ha comportado este negocio.
Junta de accionistas 'abierta'... en el peor momento
Las especulaciones en torno al Valencia son altas. De momento, Meriton ha salido siempre al paso, públicamente y en conversaciones privadas con interesados, de que no vendía sus acciones. Posiblemente para no debilitarse en una mesa de negociación. Porque el Valencia, pese a su delicada situación deportiva y económica, mantiene una marca apreciada en el sector de empresa y fútbol. Es una de las históricas.
A ello se le une que quedan pocos días para la celebración de la Junta General Ordinaria de Accionistas del club (el 19 de diciembre en primera convocatoria y el 20 de diciembre, en segunda, según anunció el club). Este año hay una novedad. La entidad permite el de accionistas con un mínimo bajo de títulos (cuando antaño obligaba a tener 5.786 acciones, en propiedad o delegadas para poder asistir a la reunión y, ahora, cualquier persona que tenga un título podrá acceder).
Un año en que todo parece ir a la deriva, se abre más que nunca la junta con las consecuencias que puede acarrear para la propia sociedad anónima. La animadversión es evidente jornada a jornada con lo que se puede convertir en un 'plebiscito' tenso si no es que el club tiene que anunciar algún cambio importante societario.
Habla el fútbol empresarial: "Un precio inviable"
A la espera de que llegue un posible día para la venta de los títulos del máximo accionista, el Valencia ha reducido el coste de plantilla, de forma radical pero no es suficiente. El precio en que se estipula una posible venta y que sería lo que posiblemente habría estado contemplando el actual dueño del club, gracias a su mayoría accionarial, no es digerible. Entre 350 y 400 millones de euros están fuera de mercado. Rotundamente después de las consultas que ha realizado MARCA dentro del mundo de ejecutivos de clubes con vínculos en el día a día en Europa, por poner un ejemplo. “Es un precio inviable”, señalan ejecutivos a este diario.
Hay una serie de factores que no ayudan. Al margen de lo que suceda con el estadio, la opción de que si se reactiva ayudaría. Lo que da la sensación es de que en el momento en que el nuevo Mestalla tenga ese visto bueno, todo puede cambiar, ya que es un paso más en un marco de venta posible.
No tener jugadores reduce el valor de mercado del club
Ahora bien, hay inputs que van a correr en contra de este tipo de operación. Porque aunque la nómina de jugadores se reduzca y sea cada vez más barata para ajustar el club a un precio mercado no es del todo esencial. Eso provoca una pérdida de valor. Es decir, cada vez tiene un material humano con menor prestigio para hacer viable una buena venta.
Es cierto que estos últimos años el Valencia ha tenido la fortuna de que, pese a la crisis económica y deportiva, le salvarán ciertas piezas cotizadas en su nomina de jugadores. Ha vendido e ingresando grandes cantidades gracias al valor de sus jóvenes. Pero no es suficiente. No tener capital humano -o sea, jugadores- con un valor en condiciones en el momento de un proceso de venta es otro hándicapque corre en contra de Lim.
La deuda que arrastra no es que se esfume... En las ‘due diligence’ van a aparecer esos registros altamente negativos, y pese a que se haya cerrado un acuerdo con Goldman Sachs la opción de que esa deuda no provoque tantos grilletes a corto plazo -tratan de ampliar a más años para poder digerir en mejores condiciones los pagos de esa deuda acumulada-, el Valencia es un club con unos registros económicos muy complejos sea la fórmula que implementen. Este condicionante es esencial a la hora de afrontar una transacción tan importante como es la de una sociedad anónima deportiva.
No estar en Europa es fulminante hoy en día
Según detallan los expertos del fútbol europeo en alta gestión de clubes a los que este diario ha consultado, no estar en Europa es un grave problema. Es lo que permite un salto de calidad. Un rasgo diferencial. Es estar o no en la rueda del fútbol. Del negocio. Ya acumula cinco años de ausencia, era uno de los clubes punteros en Europa y ahora ya ni siquiera aparece porque tiene varios centenares de entidades por delante de él.
No hay runrún en el mundo del fútbol de momento... porque este tipo de operaciones que se acometen a esos niveles suelen salir a la luz cuando ya están prácticamente cerradas.
Ahora bien la fórmula exacta en el momento en que pueda darse esta operación tiene aristas. Puede que Lim aceptara desprenderse de una parte del capital social de su empresa para que otros gestionaran al área deportiva… si no logra el precio que él mismo considera justo para su venta, pero que él mismo ha ido dilapidando con decisiones que no ayudan.
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