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Cristiano Piccini sabe que la temporada que empieza esta semana -Bordalás ha citado a los jugadores del Valencia el miércoles 7 de julio- es clave en su carrera deportiva. Por eso el lateral italiano ha combinado estas vacaciones con sesiones de entrenamiento muy exigentes, algunas incluso en la misma ciudad deportiva de Paterna tras hacer escala en algún viaje, para llegar en la mejor forma posible al principio de la pretemporada. Los últimos días los ha pasado en Marbella, donde ha concidido con los jugadores Juan Foyth (Villarreal) y Gazzaniga (Elche) con los que ha trabajado a las órdenes de un preparador físico.
No es extraño que los futbolistas profesionales mantengan los buenos hábitos en vacaciones o incluso que en las dos semanas previas a la vuelta al trabajo acondicionen su cuerpo físicamente. Pero en el caso de Cristiano Piccini, esta tarea se ha convertido en fundamental teniendo en cuenta los precedentes. El lateral italiano lleva dos temporadas casi en blanco en las que solo ha podido disputar seis partidos oficiales, dos de ellos completos, con el Valencia en agosto de 2019 antes de fracturarse la rótula. Los cuatro encuentros del curso pasado, una vez teóricamente recuperado, solo suman 124 minutos.
Piccini salió cedido la temporada pasada a la Atalanta, con la esperanza de recuperar su mejor nivel, tras un año de recuperación tras la grave lesión en la rodilla. El equipo lombardo jugaba Champions y el lateral italiano tenía un buen cartel en su país. Sin embargo, solo disputó 59 minutos en un partido en el que entró sustituyendo a un compañero y finalmente no pudo acabar.
El problema para el lateral derecho fue que, una vez recuperada la rodilla tras la cirugía, aparecían molestias en cuanto aumentaba las cargas de entrenamiento para ponerse a ritmo de competición. Éstas aparecían en de pronto y le impedían desempeñarse con normalidad. De hecho, tras regresar al Valencia en enero de su cesión en la Dea, el futbolista no jugó su primer partido hasta abril y ni siquiera entró en el minuto 9 de partido, cuando se lesionó Thierry Correia sino que lo hizo a falta de 22 minutos para no forzar demasiado la rodilla. Después llegaron otros dos encuentros en los que participó a falta de 20 minutos aproximadamente.
Bordalás cuenta con Thierry Correia, pero también ha pedido el fichaje de un lateral derecho y, de hecho, se han iniciado gestiones con el Getafe por Juan Iglesias, jugador en el que Bordalás confió en la recta final de la temporada pasada, a pesar de las dificultades por las que atravesaba el club azulón.
Piccini, de 28 años, acaba contrato en 2022 y la cuestión personalmente para él no es tanto que Bordalás cuente o no con él sino poder demostrar que está en condiciones de en el que competir por el puesto de titular.